Iberdrola activa la capacidad de bombeo en la central hidroeléctrica zamorana de Valparaíso

La actuación es un hito en el camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible donde las “baterías hidroeléctricas” son un pilar fundamental

Imagen aérea  del embalse de Valparaíso

Imagen aérea del embalse de Valparaíso / Cedida

P. F.

Iberdrola ha logrado un nuevo hito en la provincia logrando activar la plena operatividad de la capacidad de bombeo de uno de los grupos reversibles de la central hidroeléctrica zamorana de Valparaíso gracias al destacado trabajo de su equipo técnico.

Situada sobre el río Tera, afluente del Esla, en la cuenca del Duero, en los términos municipales de Mombuey y Villardeciervos, fue diseñada para funcionar de manera reversible, pero al llevar a cabo las pruebas de arranque en modo bomba en el año 1995, surgieron complicaciones técnicas que limitaron la implementación de dicho modo de operación.

Una vez detectada la oportunidad de restablecer el sistema de bombeo en esta central zamorana, Iberdrola llevó a cabo distintos estudios hidroeléctricos, simulaciones fluidodinámicas y ensayos de campo, necesarios para definir una nueva estrategia de control en la secuencia de arranque en el modo bomba.

Tras realizar con éxito las últimas pruebas de bombeo con diferentes niveles en el embalse inferior, la central de Valparaíso por fin puede funcionar en modo bomba, tal y como fue originalmente proyectada. Cuenta con dos grupos reversibles de eje vertical y velocidad de 187,5 rpm. En bombeo, la potencia absorbida es de 30 megavatios (MW) para una altura de impulsión de 49 m y un caudal de 55,7 m3/s por grupo.

Iberdrola activa la capacidad de bombeo en la central hidroeléctrica zamorana de Valparaíso

Varias personas realizando deportes acuáticos en la zona fluvial / L. O. Z.

De esta forma, la central actúa como una “batería gigante” almacenando energía potencial en forma de agua en el embalse superior, bombeando el grupo uno de la central, desde el pasado 20 de mayo, y trabajando en la activación del bombeo del grupo dos, que sumará un total de 60 megavatios (MW) de capacidad de bombeo en el río Tera.

Almacenamiento de energía mediante bombeo

La capacidad de una central reversible de bombeo para almacenar y liberar grandes cantidades de energía rápidamente es fundamental para equilibrar la red eléctrica. El bombeo permite modelar la curva de demanda incrementando el consumo en horas valle, aportando potencia disponible en horas punta y reduciendo la rampa de subida en la transición valle-punta.

En la actualidad, el almacenamiento de energía mediante el bombeo se ha vuelto fundamental para gestionar la producción renovable y gracias al conocimiento adquirido por parte de Iberdrola sobre los equipos, se han podido plantear proyectos que aprovechan esta tecnología.

Por este motivo, la compañía continúa trabajando para activar el funcionamiento en modo bomba del grupo dos, con el que se activarán en total 60 megavatios (MW) de potencia de bombeo conjunta entre las dos turbinas reversibles de la central hidroeléctrica de Valparaíso.

Aunque la tecnología hidráulica se considera madura, existe aún margen para la innovación. De esta manera, el equipo técnico de Iberdrola continúa afrontando retos tecnológicos que hace décadas parecían insalvables.

La activación de la capacidad de bombeo de una central reversible es un hito en el camino hacia un futuro energético más limpio y sostenible donde las “baterías hidroeléctricas” son un pilar fundamental.

La alternativa más eficiente

La gestión eficiente de los recursos hídricos se ha convertido en esencial para la salud del planeta. Iberdrola se esfuerza en hacer un uso racional y sostenible del agua y afrontar los riesgos relacionados con su escasez. Para lograrlo, la compañía busca el método más adecuado para evitar afecciones y pone en práctica diferentes medidas encaminadas a un uso más sostenible del agua.

La tecnología hidroeléctrica de bombeo es actualmente el sistema más eficiente para almacenar energía a gran escala. Es más rentable y aporta estabilidad, seguridad y sostenibilidad al sistema eléctrico, al generar gran cantidad de energía con un tiempo de respuesta muy rápido y sin crear ningún tipo de emisión a la atmósfera.

Iberdrola es líder en almacenamiento de energía con una potencia de 4.473 megavatios (MW) instalados mediante tecnología de bombeo, el método de almacenamiento energético más eficiente hoy, al no generar ningún tipo de emisión contaminante a la atmósfera y presentar un rendimiento muy superior a las mejores baterías existentes del mercado.

Así, la excelencia técnica de la compañía ha conseguido añadir 30 megavatios (MW) a la capacidad de almacenamiento por bombeo en España, tan necesaria para la óptima gestión de la producción renovable.

Iberdrola activa la capacidad de bombeo en la central hidroeléctrica zamorana de Valparaíso

Paisaje acuático en Valparaíso / Javier Sainz

Apuesta por la energía renovable

La compañía mantiene su paso firme en el sector de la energía renovable liderando la construcción de uno de los mayores proyectos hidroeléctricos realizados en Europa en los últimos 25 años. El complejo hidroeléctrico del Támega (Portugal), que con una capacidad de 1.158 MW el sistema es capaz de almacenar 40 millones de kWh, equivalente a la energía que consumen 11 millones de personas durante 24 horas en sus hogares, convirtiéndose en uno de los mayores sistemas de almacenamiento de energía de Europa.

Iberdrola apuesta por la energía renovable liderando la construcción de uno de los mayores proyectos hidroeléctricos en Europa en los últimos 25 años

El complejo está conformado por tres centrales, Alto Tâmega, Daivões y Gouvães, y, gracias a su capacidad de bombeo, puede almacenar energía para ser utilizada cuando más se precise. Así, genera un ciclo de eficiencia energética y de verdadera economía circular que incrementará la potencia eléctrica total instalada en Portugal y evitará la emisión de 1,2 millones de toneladas de CO2 al año, sin cuantificar otros muchos millones más gracias a la energía renovable que podrá integrar en el sistema, favoreciendo la lucha contra el cambio climático.

En el panorama nacional, cabe señalar el complejo hidroeléctrico de Cortes-La Muela, ubicado en el municipio de Cortes de Pallás, en Valencia, en la cuenca del río Júcar, que cuenta con una potencia de turbinación de 1.762 MW y con 1.293 MW de bombeo para el que se realizó una inversión total que superó los 1.200 millones de euros, convirtiendo a este complejo en la mayor hidroeléctrica de bombeo de Europa.

Con lo que produce la central de Cortes-La Muela, durante un año, el depósito superior se convierte en una giga batería que es capaz de alimentar la demanda eléctrica anual de casi 400.000 hogares, evitando a su vez la emisión anual de más de dos millones de toneladas de CO2.

Descarbonización del planeta

En la situación post-Covid, se ha hecho aún más evidente la necesidad de seguir trabajando por cumplir con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En este contexto, el sector del agua se convierte en un elemento clave para garantizar la reconstrucción verde por sus interconexiones con elementos como la salud, el medioambiente, la alimentación o la energía.

Así, las centrales hidroeléctricas se erigen como una herramienta fundamental en la gestión del sistema energético del futuro y para la integración de renovables. Se trata de la tecnología que aporta más flexibilidad al sistema, esencial para la Transición Energética y la migración hacia un sistema 100% descarbonizado.

La apuesta de Iberdrola por la tecnología hidroeléctrica forma parte indiscutible de su historia al remontarse a los propios orígenes de la compañía. Con más de 14.000 MW de potencia instalada en todo el mundo, el grupo apuesta por este tipo de centrales esenciales para la transición energética y se mantiene como líder en almacenamiento de energía.

Así, la compañía trabaja poniendo el foco en la sostenibilidad a través de las energías renovables, como único paso para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar la autosuficiencia energética, tan necesarias en un momento crítico como el actual, empleando energía limpia, no contaminante que contribuye a la descarbonización del planeta.