Cerca de 500 kilos de ayuda humanitaria recogido en Cional y Villardeciervos viajan a ciudad ucraniana de Leópolis, donde llegarán en las próximas horas. Junto con los alimentos y enseres higiénicos y medicinas de primera necesidad, donados por vecinos solidarios, viaja un lote de jabones hechos a mano por las hermanas de Codesal, Amparo y Dori Gallego, que los han etiquetado uno a uno, con sus mejores deseos.
María Ángeles Pomeda Valiente, vecina de Cional, hacía un llamamiento a los vecinos de la zona para donar alimentos para Ucrania, el pasado mes de marzo. Con su segundo apellido por bandera, esta mujer está desde hace unas horas en Cracovia donde se sumará al convoy para entrar por la frontera de Medyka hoy 27 a lo largo de la mañana, para tomar la ruta al punto de descarga en Leópolis.
Tras la entrega a diferentes instituciones y organizaciones humanitarias todo el convoy regresará a Polonia para emprender el viaje a España. María Ángeles Pomeda repite, un año después, su viaje de ayuda humanitaria hasta Polonia donde auxilió y gestionó el traslado de refugiados y familia hasta España, hasta Zamora.
Los pueblos del entorno de Cional y Villardeciervos se han volcado con esta causa. Las donaciones fueron llegando continuamente al supermercado de Villardeciervos y al edificio de las escuelas de Cional, donde se ha almacenado toda la mercancía para clasificarla y empaquetarla.
Francisco de Paula Serrano y Cristina Fernández Cruz de Carranque en Toledo y miembros de la ONG Chiquitita de Numancia de la Sagra, viajaban el pasado 18 de mayo desde la Comunidad de Castilla-La Mancha para recoger el gran cargamento en este pequeño pueblo de la Sierra de La Culebra.
El principal problema que tenía que sortear María Ángeles era encontrar transporte para los donativos. Y el contacto y colaboración entre voluntarios y ONGs hace posible lo que parece imposible. Así esta media tonelada llegaba al almacén toledano que se sumará a un envío, el octavo, desde que estalló la guerra.
Francisco de Paula traslada todos los paquetes hasta un almacén que les han cedido y donde se almacenan desde alimentos hasta camas, todo básico para la pervivencia de la población civil en territorios en guerra. En un año las donaciones han caído de manera sustancial aunque pequeñas acciones como la de María Ángeles Pomeda y los vecinos de la zona siguen animando a las ONGs.
«Es normal, aquí tampoco estamos muy bien» reconoce Francisco ante la crisis de las familias en general en España. El gesto es aún mayor, máxime cuando la propia Sierra de la Culebra, Cional y Villardeciervos, han sufrido la catástrofe de los incendios.
Pese a todo «se nota más el esfuerzo y la aportación en un pueblo que en una ciudad» señala mientras organiza la furgoneta. El Ayuntamiento de Villardeciervos atendió la petición de María Ángeles para ayudar en los gastos de traslado del cargamento. María Ángeles extiende todo su agradecimiento a todas las personas que se han sumado a la causa.
Francisco coloca todas las cajas como en un «tetris» bien ajustadas y hasta el techo. Con especial delicadeza se recolocan los jabones en una única caja y se ubican en la parte alta de la furgoneta. La marca «De Codesal para Ucrania» vía Cional.
