Charo García Barrigón e Irene Rodríguez Teixeira, miembros del colectivo Ganaderas en Red, y María Turiño García, técnico de la Fundación Entretantos, participaron en el coloquio posterior a la proyección del documental "Mujeres de Tierra, Viento y Ganado" producido por la Fundación. El documental cuenta con la realización de Lucía Sampedro, Sandra Guerra, Paula García, Paula Luna y Carmen Millet.
Las protagonistas de Mujeres de Tierra son todas ellas ganaderas de las diferentes comunidades y provincias españolas que relatan su experiencia personal y profesional. Ganaderas en Red no es una asociación sino una "unión" solidaria e igualitaria a través de las redes sociales de las mujeres ganaderas que han dado visibilidad a sus problemas y, especialmente, a sus logros.
Desde llevar una explotación de ganado en una sociedad que menosprecia y denigra a las mujeres por trabajar la ganadería hasta recorrer los parlamentos de Madrid, Bruselas o Valladolid exponiendo las cortapisas de las mujeres rurales y concretamente las que mantienen el vínculo con el ecosistema en el ejercicio de la ganadería extensiva.
Una profesión "masculinizada"
El documental refleja todas las caras de un poliedro de vida, familia y trabajo. Un relato a veces duro como se deduce de las palabras de Charo Barrigón "solo por ayudar a una compañera a salir del maltrato, ha valido la pena". Defensoras de la ganadería tradicional se ayudan a través de su red no solo a solucionar problemas puntuales sino a reclamar su espacio en la sociedad y a promover iniciativas y divulgar sus saberes "un caudal de saber impresionante" como queda reflejado en el libro de recopilación de recetas "Sabores y Raíces" obra colectiva.
Las tecnologías les permiten salvar distancias y poder incluso "hablar" en lugares donde "hay poca comunicación porque hay muy poca gente" como reconocía una de las protagonistas del documental. Para las mujeres no ha sido fácil tomar su lugar en una profesión masculinizada y donde la mujer "era invisible como si los hombres no vieran a sus mujeres" faenando a la par.
Se han ido ganando su lugar "ya me hablan de otra manera y me respetan porque me hacían sentir como una emigrante intrusa" decía la voz de una ganadera desde Madrid. Ha sido y es difícil que en los órganos de decisión, mayoritariamente masculino, se acepten las ideas de las mujeres. Hay una diferencia "no es una competición, hacemos un manejo respetuosos".
De forma gráfica las ganaderas "llevan a la espalda" las cargas familias incluso cuando tienen que cargar a sus bebés durante el pastoreo y que traslucen la falta de servicios. En algunas zonas pasan semanas y meses sin pediatra.
Y derribar mitos sociales negativos como "la huella de carbono" y la "culpabilización" de la ganadería extensiva es difícil de erradicar cuando el ganado extensivo contribuye a reducir incendios y ser un sumidero de carbono, en palabras de Turiño.
"Nunca pensamos llegar hasta aquí" reconocía una de las protagonistas del trabajo de Ganaderas en Red que comenzó a fraguarse en 2016 con el empuje de Entretantos y que dio el campanazo con la adaptación de la canción "Despacito" que de unas decenas de "me gustas" llegaron a cientos de miles. El camino no ha sido de rosas, las trabas burocráticas, las modificaciones de legislación, las disposiciones de la Política Agraria Comunitaria son parte de esa lucha que circula por la red de ganaderas.