Las romerías de la Raya regresan con sabor a café Palmeira

La Virgen de la Luz ha congregado a cientos de devotos en la primera romería fronteriza del año en la Raya de España y Portugal en la localidad de Moveros y Constantim.

Una vez más, alistanos y trasmontanos, han cultivado la hermandad y la convivencia en su esencia más pura. Mostraron y demostraron que la fe, aderezada con el aspecto humano y comercial, rompen las fronteras, allá en la linea divisoria entre dos países más antigua de Europa, fijada el 12 de septiembre de 1297 por los reyes Don Dinís de Portugal y Fernando IV el Emplazado de Castilla en el histórica Concordia de Alcañices.

Moveros (pueblo perteneciente al municipio de Fonfría) y Constantim (freguesía del concelho de Miranda do Douro) se convirtieron en un territorio sin fronteras para cumplir con la ancestral tradición mariana que año tras año, generación tras generación, ha hermanado a los alistanos y trasmontanos durante siglos.

Ha sido el domingo siguiente a San Marcos (25 de abril), la fecha elegida para venerar a la protectora de la vista: la Virgen de la Luz. Este año coincidió con el puente del primero de mayo, con fiesta el lunes y cientos de emigrantes en los pueblos alistanos, lo cual, contribuyó a una masiva presencia de romeros.

La carretera entre la Nacional 122 (Ceadea) y el alto de la luz volvió a convertirse en una caravana multicolor de automóviles y autocares camino de la romería al más puro estilo de antes de la temida pandemia.

Magnífica y digna de alabar ante el intenso tráfico de los efectivos de la Guardia Civil y también, a nivel de seguridad ciudadana, tanto por los agentes de la Benemérita como de la Policía Nacional de Fronteras y la GNR (Guarda Nacional Republicana).

El santuario fronterizo abría su puertas a primeras horas de la mañana y Nuestra Señora la Virgen de la Luz fue recibiendo a sus devotos, sin prisas pero sin pausa, muy en particular a los alistanos y trasmontanos, siempre humildes y agradecidos, unos para pedir los favores divinos a la madre de Jesús, en su mayoría relacionados con la salud y la vista; otros a agradecer las gracias recibidas durante estos últimos y difíciles cuatro años.

Emotiva la eucaristía campestre y sobrecogedora la comitiva romera con los devotos de ambos países portando a hombros a la Virgen de la Luz sobre la frontera seca desde donde se avistan las tierras de Miranda y la mayor parte de la provincia de Zamora.

La romería de la Virgen de la Luz destaca por su variante religiosa y devoción, pero junto a ella está la parte lúdica, juntas que no revueltas, en un gran mercado internacional donde de casi todo se puede comprar.

De Constantim eran dos de las contrabandistas, la Carmiña y la Filixmina, que se jugaron la vida y la libertad durante las dictaduras de Franco y Salazar para poder llevarles a los alistanos el café torrefacto Palmeira con el que iniciaban las "jeras" diarias.

Fueron y siguen siéndolo, ya es una tradición, el café Palmeira, junto a las navajas portuguesas (Martins Palaçoulo), los productos por excelencia de la romería de la Virgen de la Luz racionados en tiempos difíciles.

Este año la sequía y la escasez de lluvia aguó las ventas a los vendedores del tercer producto portugués mas demandado: los paraguas. Día grande para Moveros y sus negocios, las alfarerías de Paco y Mari Carmen, el supermercado de Mari, el bar de Chelo, las zapatería de Pedro y las panaderías de Franc Fernandes y Ana González que no sólo atendieron en el pueblo sino que incluso pusieron sus puestos allá en la romería.

Cada año que el día 2 de julio cae en domingo, como sucederá en este 2023, Alcañices acogerá el encuentro mariano de las siete hermanas de España y Portugal en la romería de la Virgen de la Salud (Patrona de Aliste) que este año se estrenará su declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional de Castilla y León. Allí estará la Virgen de la Luz arropada por los feligreses de Constatim y Moveros.

Niños y jóvenes han tomado el testigo de sus padres y abuelos: está garantizada la pervivencia de las romerías de la Raya durante una generación más.

Realidades y leyendas de esta tradición

Nuestra Señora la Virgen de la Luz, es una de las siete hermanas de España y Portugal. Sus orígenes se pierden en la noche de los tiempos y si las historias de su origen fueran ciertas, la romería podría tener una vida de entre los 865 y los mil años.

La creencia más extendida tiene relación con el amor entre una portuguesa y un español. El enamorado se fue una tarde de finales de abril a visitar a su amada. Cosas del amor, la cita se alargó, se hizo de noche y al regresar a Aliste le sorprendió una fuerte tormenta. Bajo los truenos y relámpagos, el alistano se desorientó entre el monte de robles y urces. Agotado, se encomendó a la madre de Dios y fue entonces cuando se le apareció la Virgen de la Luz (de ahí su nombre) mostrándole el camino. El alistano y la trasmontana se casaron, vivieron felices y sus paisanos construyeron allí la ermita. La aparición habría sido el 25 de abril, de ahí que en la ermita se venera también a San Marcos (tiene su imagen) y al domingo siguiente a la Virgen de la Luz.

Otra de las creencias es que en la cumbre de la loma antes que el templo cristiano hubo una mezquita en tiempos de los moros. Cierto es que en muchos de los pueblos de la zona existe el camino morisco. Otra leyenda que fue encontrada por un pastorcillo que cuidaba su ovejas por la raya entre Moveros y Constantim. Primero, para poder venerarla conjuntamente, construyeron la ermita en plena raya pero al día siguiente incomprensiblemente se había derrumbado. Los devotos levantaron otra en el lado español y se cayó también. Optaron entonces por construirla en el lado portugués.

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