Los apicultores de Zamora se enfrentan cada vez a mayores dificultades para criar a sus abejas. A amenazas biológicas como la varroa o la avispa asiática se ha sumado la destrucción de la flora por los incendios del pasado verano en la Sierra de la Culebra, que era una de las zonas con mayor biodiversidad y mayor número de colmenas y personas dedicadas a la apicultura de la provincia. Otro de los problemas que vienen sufriendo estos profesionales para garantizar la rentabilidad de sus explotaciones es la importación de mieles adulteradas de fuera de la Unión Europea que hacen caer los precios del producto.
A todo ello se añade la amenaza de los pesticidas que, de acuerdo con multitud de expertos, ha comenzado a causar una extinción de abejas a nivel global. Por ese motivo, la Unión Europea baraja limitar el uso de ciertos químicos en el campo, algo que, por otro lado, tendría consecuencias para los agricultores. En febrero la Comisión Europea anunciaba "Un nuevo pacto para los polinizadores", una serie de propuestas legislativas que remitía al Parlamento encaminadas a frena la extinción de las abejas, entre las cuales la más importante es eliminar gradualmente el uso de plaguicidas en la agricultura.
La iniciativa de la Comisión Europea acaba de recibir un nuevo espaldarazo en la forma de un millón de firmas de ciudadanos de la UE recogidas a través de la iniciativa popular "Salvar a las abejas y a los granjeros: hacia una agricultura respetuosa con las abejas para un medio ambiente sano", que pide a los co-legisladores de la Unión seguir adelante con el ambicioso plan y eliminen los plaguicidas sintéticos antes del año 2035.
La petición popular presentada en Bruselas con ese millón de apoyos propone eliminar de aquí a 2030 el 80% de los plaguicidas sintéticos, empezando por los que se consideran más peligrosos, para quedar totalmente libres de este tipo de productos en 2035. También propone "restaurar los ecosistemas naturales en las zonas agrícolas para que la agricultura se convierta en un vector de recuperación de la biodiversidad; reformar la agricultura dando prioridad a la agricultura a pequeña escala, diversa y sostenible, apoyando un rápido aumento de las prácticas agroecológicas y ecológicas, y permitiendo una formación independiente basada en los agricultores así como investigación sobre la agricultura libre de plaguicidas y organismos modificados genéticamente".
La propia Comisión Europea ha emitido un comunicado dando la bienvenida a la iniciativa ciudadana, en el que recuerda que "en la Unión Europea, una de cada tres especies de abejas, mariposas y sírfidos está en declive poblacional" y que "el 80% de los cultivos y de las plantas florales silvestres dependen de la polinización".
De hecho, recuerda la comisión, que el 50% del terreno cultivable de la Unión ya corre riesgo de falta de polinización. "Una amenaza a la existencia de los polinizadores es una amenaza a la seguridad alimentaria y a la vida en el planeta" asevera el Ejecutivo europeo.
La Comisión ha recibido la iniciativa ciudadana como "un claro signo del amplio apoyo público a tomar acciones en favor de los polinizadores, la biodiversidad y la agricultura sostenible".
Además, desde el gabinete que preside von der Leyen hacen un llamamiento tanto al Parlamento como al Consejo Europeo a "llegar a acuerdos ambiciosos de forma rápida" acerca de las propuestas legislativas que ya existen en esta materia para contribuir a proteger a los polinizadores en Europa. Descartan presentar nuevas iniciativas legislativas, la prioridad será avanzar en las propuestas que ya están siendo negociadas entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento.