Zamora mira al cielo en busca de lluvia para salvar su campaña "más cara"

La campaña de cereal más cara de la historia está en el limbo: de que llueva en los próximos días dependerá que la producción de este año pueda salir adelante, según han coincido los agricultores de la provincia sobre la importancia que el cielo tendrá durante esta semana, fecha límite para salvar la cosecha.

Los agricultores de secano miran al cielo, y como dice la tradición, en algunos pueblos ya han pedido celebrar las rogativas para bendecir los campos. No es de extrañar, los agricultores de Zamora han invertido en ellos una media de entre 800 a 900 euros por hectárea en el caso del cereal, "la campaña más cara de la historia", según ha dicho Aurelio González, representante de UPA, que recuerda que el subidón de los precios de electricidad, combustibles y fertilizantes ha lastrado al campo esta última campaña.

A pesar de lo nefasto de la previsión, "es precipitado adelantarse a dar porcentajes de pérdida", ha tranquilizado desde COAG Lorenzo Rivera, que calcula que "si llueve el próximo fin de semana estaríamos a tiempo de salvar la cosecha". Desde UPA manejan márgenes parecidos: calculan que las tierras más débiles podrían aguantar de 5 a 8 días hasta que llueva. Por su parte, aquellas con mayor capacidad de retención podrían resistir hasta 15 días.

En caso de que llueva y la cosecha se salvase, los agricultores tampoco tienen garantizado que las cuentas cuadren. Debido a los altos costes de producción de esta campaña, cada hectárea debería producir 3.000 kilos para amortizar los costes de siembra y labores, una cantidad "que no se va a recoger", advierte González, y aunque también coincide en que es pronto para hablar de pérdidas, cifra en los 1.000 kilos por hectárea la cosecha más realista. Aunque una cosa es clara, si no hay agua, la cosecha será nula.

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Una primavera calurosa

Además de la falta de lluvias, las altas temperaturas que se han registrado y que se prevé que vuelvan también preocupan a los agricultores. Los últimos días de frío habrían ayudado a las cosechas de colza y trigo a resistir a pesar del estrés hidraúlico del suelo, una situación favorable que termina, ya que según la Aemet esta semana Zamora puede alcanzar los 27 grados de máxima.

Las altas temperaturas tirarían por tierra no solo las cosechas de cereales, sino también de leguminosas. "Los guisantes están echando flor y no es el momento propicio en abril con temperaturas de 24 o 28 grados", señala Rivera sobre un cultivo que preocupa junto con el forraje, que ya está en siega debido al calor de las últimas semanas, según ha confirmado el representante de COAG.

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Espigas mermadas

Los agricultores de Zamora han presenciado la mengua de una campaña que parecía que iba a ser una buena. En Aliste, el trigo también se ve resentido, como explica Jonathan Silva, agricultor de Sarracín: "estaba muy verde hasta la semana pasada, pero ha echado tallo y los hijos ahora mismo no tienen fuerza", comenta este cerealista que también ha visto como se han deteriorado sus campos de colza, guisantes y avena.

"Si hubiese llovido habrían sacado tres o cuatro espigas más, pero como no ha sido así, solo hay una espiga", relata sobre el paisaje que ve ante sus ojos: "No va a ser la espiga normal, va a ser pequeña, el grano será mermado", concluye.

Por el momento, las previsiones de la Aemet dicen que el sábado habrá un 55% de probabilidades de lluvia en la provincia. A pesar de que queda este salvoconducto, los agricultores trasladarán el problema de la sequía y la pérdida de cosechas al consejero de Agricultura durante el Consejo Agrario que se celebrará el próximo 20 de abril en la comunidad, según ha confirmado UPA sobre un fenómeno con el tiempo en su contra.

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