Volver a la infancia en el Monte Gándara

Las puertas del CEIP Monte Gándara de El Puente se abrieron el fin de semana con motivo de las fiestas local de Pascua, dentro de los actos conmemorativos del 50 aniversario de la apertura del centro escolar, en 1973.

Una visita "guiada" por el director y algunas de las profesoras del centro y que realizaron un recorrido con antiguos alumnos. Y precisamente los recuerdos de la infancia fueron los que marcaron esta visita que dan referencia de la evolución de materiales, herramientas y nuevas tecnologías del último medio siglo.

Un recorrido por las instalaciones dejaba en evidencia los propios cambios que ha experimentado el edificio, como el gimnasio "que me parecía enorme, con aquellos techos tan altos" comentaba una exalumna de El Puente que a su corta edad vea con esa perspectiva. Puertas que se han cambiado, baños nuevos, el comedor, una redistribución de las zonas de dirección y aulas por ciclos, para organizar un colegio comarcal donde ahora hay pocos alumnos.

La exposición sirve a Miri, una de las exalumnas, para mostrar a su nieto Mateo el ábaco, la esfera terrestre, el pizarrín, los libros de texto de su época. Varias exalumnas se hacen una foto muy representativa de este viaje en el tiempo con los libros de texto sobre los pupitres de madera, los primeros ordenadores que se usaron, todo captado con el teléfono móvil. La promoción de los primeros alumnos que llegaron al centro, mediado el curso, 1972-1973 aparecen en las fichas del trasporte escolar que son el Facebook o el Instagram de la época.

El Colegio acogió a los niños de buena parte de los pueblos del norte de la Comarca de Sanabria, incluidos los de Ribadelago. Entre las piezas que se rescataron de esas pequeñas escuelas está una estantería donada por la ciudad de Gijón, en 1959, al colegio construido en el pueblo nuevo a raíz de la catástrofe de la presa de Vega de Tera.

El colegio dispone de un aula de radio que hace las delicias de los más pequeños y sorprende a los exalumnos por su innovación y la incorporación de las TICs a las aulas con su medio siglo de historia. Un encuentro con los antiguos compañeros de clase, con el recuerdo de los profesores, en definitiva un viaje a la infancia que se trasluce en la sonrisa de muchos exalumnos al ver su foto o las de sus compañeros de aula en la exposición.

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