El novedoso proyecto para recuperar viñedos de Fermoselle abandonados

La asociación VinDuero-VinDouro promueve la iniciativa que abre la puerta a la incorporación de más de cien hectáreas a la DO Arribes

José Luis Pascual presenta el proyecto de «Reserva de Tierras y Viñedos» en el Ayuntamiento de Fermoselle. | |  CEDIDA

José Luis Pascual presenta el proyecto de «Reserva de Tierras y Viñedos» en el Ayuntamiento de Fermoselle. | | CEDIDA / Irene Gómez

La apuesta de Fermoselle por hacer del vino uno de los motores de desarrollo da un paso más con la creación de la "Reserva de Tierras y Viñedos". Una iniciativa promovida por la Asociación VinDuero-VinDouro que pretende recuperar la producción de viñedos viejos y abandonados y con ellos, un patrimonio de variedades singulares de primer orden.

El proyecto, presentado públicamente en el salón de actos del Ayuntamiento fermosellano, sigue el ejemplo de otras denominaciones españolas que de esta forma han reactivado viñas perdidas y allanado el camino a potenciales inversores y bodegueros que quieren instalarse estos territorios.

Fermoselle no quiere perder el tren y da pasos en firme para intentar recuperar la producción de más de un centenar de hectáreas de viñas que sus propietarios han dejado de trabajar. Muchos de ellos mayores, con problemas para encontrar mano de obra y los dos últimos años sin cooperativa local donde depositar la uva, el caldo de cultivo estaba creado para perder definitivamente un recurso que históricamente ha generado riqueza en la capital de los Arribes.

La reserva de tierras y viñedos ofrece a los propietarios la posibilidad de incorporar sus viñas para que sean trabajadas y no se pierdan. En definitiva, para que vuelvan a producir y se conviertan en un atractivo de cara a la instalación de nuevas bodegas atraídas por variedades "únicas y de alta calidad que marcan la diferencia" explica José Luis Pascual, presidente de Vinduero-Vindouro y encargado de presentar el proyecto en Fermoselle.

Además de generar atractivo a nuevos negocios, la reserva de tierras y viñedos resuelve el peligro de abandono definitivo de una actividad en franco declive. "A mediados del siglo pasado Fermoselle contaba con más de 4.000 hectáreas de viñedo inscritas y actualmente en la Denominación de Origen Arribes quedan unas 120" explica Pascual.

La "reserva" es una figura amparada por la legalidad, de tal forma que los contratos de cesión de terrenos estarán visados por la Junta. "Los propietarios no van a perder la propiedad de sus viñedos, se trata de un arrendamiento para que VinDuero-VinDouro, asociación sin ánimo de lucro, se haga cargo de mantenimiento y la producción con la garantía de que no se va a perder ese patrimonio genético que conservan los viñedos viejos" apunta José Luis Pascual.

"Necesitamos esa materia prima, que es excepcional, para ponerla a disposición de posibles inversores". Y se establecen tres modalidades de contratación. Puede ser a través de un contrato de arrendamiento de cinco años del propietario con la asociación, en virtud del cual ésta se encarga de mantener el viñedo en producción (poda, arado y recolección), con un reparto de beneficios al 50% entre el titular de la viña y la reserva. "Al acabar el contrato, o bien se renueva o bien se devuelve la viña al propietario".

Otra opción es hacer un contrato de arrendamiento a más largo plazo, por un mínimo de 15 años, que permita una garantía de inversión. "Además de mantener el viñedo, hacemos una bolsa para buscar arrendamientos de posibles bodegas que se quieran instalar en Arribes" precisa el presidente de VinDuero-VinDouro. La tercera opción para el propietario es vender la viña y ponerla a disposición de los posibles inversores. "En cualquier caso, el propietario siempre va a tener garantizada la producción de su viñedo y parte de los beneficios".

El proyecto pretende dar un impulso al potencial vitivinícola de Arribes del Duero, especialmente de Fermoselle que desde hace unos años apuesta por la recuperación del vino como motor de desarrollo y recurso turístico. "Esos viñedos que se vuelven a explotar van a generar actividad económica y nuevas oportunidades" defienden los promotores del proyecto.

La presentación empieza a dar resultados con las primeras inscripciones de propietarios dispuestos a formalizar contratos para ver de nuevo sus viñas en producción.

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