Agricultores y ganaderos de Tábara levantan la voz contra la fauna salvaje: "Nos echa de los pueblos"

Agricultores y ganaderos de la comarca de Tábara levantan la voz contra la "invasión" de ciervos y jabalíes que se comen los sembrados y provocan cuantiosos daños: "Que hagan algo"

Agricultores, ganaderos y cazadores, ayer en Tábara

Agricultores, ganaderos y cazadores, ayer en Tábara / Irene Gómez

"¡Basta ya! No podemos más. La fauna nos echa de nuestros pueblos. ¿Es así como nos defienden desde los despachos?".

Agricultores y ganaderos de la comarca de Tábara, también cazadores y vecinos, no disimulan el hartazgo y la creciente preocupación que crea la "invasión" de animales salvajes, ciervos y jabalíes principalmente.

Rebaños de ciervos ocupan los sembrados provocando mermas de producción de "hasta el 70%". Así lo denuncia Félix Fernández, de Santa Eulalia de Tábara. "Esto es una plaga, llevamos años advirtiéndolo y ya no hay quien lo controle". Este ganadero de vacas lamenta que "solo se mire para los señoritos. Tenemos una dehesa al lado y está llena de bichos para que lleguen los ricachones y cacen. Pues que la cerquen y tengan a la fauna salvaje dentro, pero que no se coman nuestros cultivos".

"La fauna salvaje nos echa de los pueblos"

De izquierda a derecha José Manuel Ballesteros y Óscar Puente muestran daños en una parcela / I. G.

El sentimiento de impotencia y rabia es general. Agricultores y ganaderos están cansados de ver "auténticas manadas de ciervos y jabalíes campando a sus anchas, alimentándose de nuestras producciones sin que Medio Ambiente haga nada. Si quieren tener tanta fauna que la alimenten ellos, nosotros no tenemos por qué dar de comer a unos animales que no son nuestros. Estamos pagando un peaje por todo esto que nos lleva a la ruina" lamenta abiertamente José Manuel Ballesteros, agricultor y ganadero de Tábara.

"Por qué tenemos que tener un seguro para defendernos de la fauna salvaje. Y encima con una franquicia del 20%. Los animales no son nuestros, que se encargue la Junta. Yo tendré que tener un seguro de mi ganado, mi coche, mis tierras o mi casa, pero no de algo que no es mío" insiste este productor de ganado ovino.

Los afectados reclaman un "control real" de las poblaciones, no "cupos de caza ridículos". "Si hay 400 hembras, que serán más, solo en el término de Tábara, no puedes pensar que con 30 ó 50 autorizaciones esto se va a arreglar. Va a más y ha llegado un momento de un desequilibrio total. No podemos asumir esta carga de animales salvajes" advierten.

El problema ya está en las mesas de las organizaciones agrarias, que preparan una movilización conjunta ante las crecientes quejas del sector. "Es que son auténticas manadas. Sales a dar una vuelta por la noche y están las fincas llenas de bichos" advierte Félix Fernández. "Las pocas praderas verdes que hay al pie de los arroyos están levantadas por el jabalí, a ver cómo llevas allí a las vacas. Te dan ganas de dejarlo todo".

Este ganadero de Santa Eulalia de Tábara pide a los gestores de la Reserva de la Sierra de la Culebra que "salgan de los despachos y se pongan en nuestra piel. Pero eso no interesa".

"La fauna salvaje nos echa de los pueblos"

Rebaño de ciervos en la comarca de Tábara / Irene Gómez

Los móviles de agricultores y ganaderos están llenos de archivos con fotos y vídeos que pretenden demostrar "la invasión que sufrimos día a día". Los escritos se suceden en los despachos de Medio Ambiente.

"No nos hacen ni caso" lamenta Óscar Puente, ganadero tabarés de vaca alistano-sanabresa. "Llevo desde el 18 de julio (cuando se declaró uno de los grandes incendios del pasado verano) con el ganado encerrado dándole forraje y encima tengo que mantener a la fauna. Hay tierras donde he visto más de cien ciervos, qué cosecha voy a coger si se la están comiendo. La Junta se lava las manos mientras nos vamos a la ruina. ¿Esto es defender el mundo rural?" se pregunta el productor.

"Por el día tenemos que atender a nuestro ganado y por la noche al ganado de otros" se queja Puente mientras muestra una tierra sembrada de forraje con las evidentes huellas del ciervo. Pisadas y excrementos extendidos a lo largo y ancho de una parcela que en un año normal tendría dos cortas y "a este paso, a ver si conseguimos una" apunta José Manuel Ballesteros. Advierten que "el problema no acaba aquí. Hay una amenaza real de que nuestros animales se contagien con la sarna o la tuberculosis de la fauna salvaje. Y es lo que nos faltaba".

Más allá del quebranto económico en los negocios agropecuarios, la presencia de la fauna "a las mismas puertas de nuestras casas", denuncian, está acabando con huertos, viñas y frutales. "Mucha gente tiene su terrenito para huerta y ya ni eso, es imposible poner nada porque los ciervos acaban con todo" lamenta David Casado.

"La fauna salvaje nos echa de los pueblos"

Daños provocados por la fauna salvaje en una tierra de maíz / Irene Gómez

Aunque afincado en Tábara, este agricultor y cazador de Fontanillas de Castro asegura que la fauna llega hasta este término, en la Tierra de Campos. "Hace años no había nada de esto, pero ahora son auténticas bandadas".

Cazador desde hace 26 años, Casado da la razón a quien siempre le dijo que "la escopeta nunca acabaría con la caza. Y es verdad. El problema es tan grave que ni permitiendo la caza libre de ciervos y jabalíes se arreglaría esto porque se ha ido de las manos".

Las quejas se extiendan al "sin vivir" que supone transitar por la carretera N-631. "Hay accidentes a diario. Vas vendido por la carretera y encima te toca ampliar el seguro del coche para los bichos. Nos dan por todos los lados".

La situación tiene más que enfadados a los productores de la comarca de Tábara. "Vamos a salir a la calle porque no podemos más. Tienen que tomar medidas, no puede continuar esta plaga de animales salvajes y encima creando problemas de convivencia con nuestros vecinos porque si tengo unos daños en las parcelas, me toca denunciar, mandar a un perito, enfrentarme a los cazadores para cobrar algo. Y sino, qué hago, ¿me callo?" lamenta otro ganadero. "Que vengan los de la Junta y nos escuchen. Solo les interesa hacer caja, a nosotros que nos den".

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