Pasear, conducir, pescar o incluso andar en bicicleta por la orilla del río Duero a su paso por Villaralbo tiene trampa. Y lo es por culpa de varias maderas con puntiagudas puntas clavadas justo apuntando hacia arriba: la intención está más que clara.

A su vez, los tacos están recubiertos con hojas para hacer el camuflaje aún más perfecto: "¡De milagro no la he pisado y no quiero ni pensar en el dolor!", dice un pescador que esta la mañana observó la situación junto a un grupo de amigos la tesitura.

Puntas junto al río en Villaralbo. Cedida

No es la primera vez que estos maderos aparecen por la zona. Los usuarios aseguran que hasta en tres ocasiones han visto "trampas" de estas características en la zona.