El corazón de Lauro Anta se paró el pasado mes de enero en Madrid. La obra del inquieto historiador y destacado medievalista permanece. Su nombre queda por siempre vinculado a Zamora y a su hermosa patria en la comarca de Sanabria, a la que siempre perteneció, en cuyas raíces más profundas investigó y pregonó en diversos foros. Si ardua y apasionada fue su obra investigadora, no menos importante es la divulgación de sus trabajos con los que situaba en el mapa de la Historia a su Sanabria.

Activo participante en las actividades culturales relacionadas con Zamora, sus compañeros y amigos rinden hoy tributo a su memoria a través de palabras, reflexiones y recuerdos. Homenaje de justicia para una estrella más en el cielo "cuajao" de Sanabria.

He aquí los artículos dedicado a su figura: el amigo, el compatriota, el medievalista: