Las burras zamoranas no lloran, facturan

La raza asnal zamorano-leonesa resiste en Villalcampo, donde 68 hembras producen 97.970 euros al año

Dos burras zamorano-leonesas en Villalcampo. | Ch. S.

Dos burras zamorano-leonesas en Villalcampo. | Ch. S. / Chany Sebastián

Las burras alistanas de pura sangre de la raza autóctona zamorano-leonesa, declaradas en peligro de extinción por la Unión Europea desde 1987, hacen suya la canción se Shakira y no lloran, facturan, convirtiéndose a sí mismas, por méritos propios y de sus propietarios y cuidadores, en la tercera especie doméstica más productiva en plenos Arribes del Duero, más concretamente en la localidad de Villalcampo, donde dentro del Margen Bruto Agrario es superada solamente por los sectores ganaderos del vacuno y el ovino, y superando con creces a los sectores agrícolas.

Así lo refrenda un estudio técnico realizado para el Ayuntamiento de Villalcampo, que preside Miguel Ángel Martín Miguel, por los ingenieros agrónomos y agrícolas Elena Calvo Suárez, Jesús Calvo Arribas y Francisco Martín Holgado, de la sociedad Proinser Zamora.

La zamorano-leonesa fue durante siglos parte imprescindible para todas las familias agroganaderas del oeste zamorano, pues cumplían con cuatro facetas: eran el único medio de transporte dentro del pueblo o para viajar de forastero a fiestas, ferias y romerías; criaban, daban leche y solas o unidas en pareja ayudaban en las labores del campo desde la labranza, al acarreo y la trilla.

En la mayoría de los pueblos, donde antaño al menos había un ejemplar en cada casa, actualmente no queda ni un solo ejemplar para conocimiento y disfrute de las nuevas generaciones alistanas. Muestra de ello es que la Asociación Nacional de Criadores de Raza Autóctona de Asnal “Zamorano Leonesa” (Aszal) en el pasado día de Año Nuevo tuvo que ceder varios ejemplares de su granja de Santa Croya de Tera a los pueblos alistanos para que estos pudieran celebrar sus mascaradas de invierno: “Los Diablos” de Sarracín, “Los Carochos” de Riofrío y “Los Cencerrones” de Abejera de Tábara.

Una mujer alistana con dos burros en Villalcampo.

Una mujer alistana con dos burros en Villalcampo. / Ch. S.

Villalcampo es la excepción en la comarca, en el municipio aún quedan varias decenas de ejemplares de la raza asnal, declarada en peligro de extinción por la Unión Europea en 1987.

Villalcampo cuenta actualmente con un MBA (Margen Bruto Agrario) anual de 683.487 euros. Como sector más productivo está el vacuno que, con sus 292 reses, genera al año un total de 176.893 euros. Le sigue en segundo lugar el ovino con 2.109 cabezas y 99.783 euros.

La sorpresa llega en el tercer lugar con un total 68 ejemplares las burras de “zamorano-leonesa” generan anualmente 97.970 euros anuales en Villalcampo. En ningún pueblo de Castilla y León un sector en teoría minoritario genera tanto. De hecho, hay más burras en Villalcampo que en todo el resto de Aliste, zona de origen de la preciada y apreciada pura sangre.

Curiosamente en cuarto lugar se sitúa con 63.242 euros el viñedo, sin denominación de calidad, que con 67,45 hectáreas es un sector ligado directamente a las burras de pura sangre. Villalcampo se ha convertido en el último paraíso natural para el asno zamorano-leonés, allá en plenos Arribes del Duero, en gran parte gracias a que las burras adultas nodrizas, aparte de criar buchos y buchas, aún se utilizan para trabajar las viñas en el arribanzo, así como para la labranza, siembra y cosecha de huertos y huertas sembradas de patatas.

La producción del asnal supera al barbecho de secano (37.423 euros), trigo blando (27.463), abejas y colmenas (24.490), pradera de secano (21.364), forraje de secano (20.014) y porcino (4.962) y yeguas (4.962).

Villalcampo se ha convertido pues en la única y última tabla de salvación para la zamorano-leonesa junto a la vital labor de la asociación “Aszal” y, cómo no, del Ayuntamiento de San Vitero con la organización cada año de la Exposición Morfológica y Subasta de Buches que durante 23 años ha puesto en valor uno de los patrimonios genéticos de pura sangre más importantes, a preservar, de toda la provincia de Zamora.

Adolfo Garzón San Miguel, octogenario ganadero jubilado de Villalcampo, sentencia: “Trabajé toda mi vida con las burras en el campo, son muy trabajadoras y dóciles, te ayudan y te hacen compañía. Muchos mayores tenemos las burras aunque sólo sea para salir a pasear con ellas”.

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San Vitero acogerá el ya próximo día 18 de marzo la XXIII Exposición Monográfica y Subasta de la Raza Autóctona Asnal Zamorano-Leonesa, promovida por el ayuntamiento que preside Laura Vanesa Mezquita, con la colaboración de la Diputación de Zamora, Aszal, Caja Rural, Colegio de Veterinarios de Zamora, Junta de Castilla y León, Fundación Caja Rural y agrupación local de Protección Civil “Virgen de la Salud” de Alcañices.

La jornada de exaltación del sábado, día 18 de marzo, se iniciará de 9 a 10 horas con la entrada de los animales de pura sangre al recinto ferial. Un jurado integrado por expertos realizará la valoración de las reses participantes en el Concurso Morfológico Nacional. La inauguración oficial será a las 12 horas.

[object Object]subasta de buches

Los precios de salida serán de 2.100 euros a la baja. Habrá cartel de stop para el propietario. En el Concurso Morfológico Nacional se otorgarán tres galardones para los mejores Garañón, Ejemplar y Ganadería.

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Habrá un encuentro de caballistas con ruta a las 12 de la mañana con comida (inscripción hasta el día 16), para finalizar a las 16.30 horas con una exhibición y un espectáculo caballar. Habrá exhibición de doma y baile con caballos y bailarinas.

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