La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Benigno Varillas Periodista y estudioso de Félix Rodríguez de la Fuente

"Félix hoy nos estaría corriendo a gorrazos porque lo estamos haciendo muy mal"

“Félix decía que la felicidad estaba en volver a la vida rural, en pequeñas comunidades y aprovechando la tecnología; justo lo que buscamos ahora”

Benigno Varillas en Zamora Emilio Fraile

Benigno Varillas, periodista y pionero en divulgación ambiental, es además un gran estudioso de la vida, el pensamiento y la obra de Félix Rodríguez de la Fuente. Ha participado en las Jornadas sobre el Lobo Ibérico, celebradas en Zamora, donde ha descubierto los entresijos de “Cuento de lobos”, la obra cumbre del naturalista universal y realizador de documentales, que descubre su desconocida visión del mundo, marcada por la pasión a la naturaleza y el compromiso social. Varillas profundiza en la filosofía de Félix, mucho más allá de su pasión por la fauna.

–¿Qué relevancia tiene ‘Cuento de lobos’ en la obra de Félix Rodríguez de la Fuente?

–Es muy curioso porque es la obra maestra de Félix, pero de la que ni se habla ni se conoce. En ‘Cuento de lobos’ Félix traslada a la sociedad española lo que significa la fauna salvaje y en general lo libre salvaje, incluido el hombre.

–Y todo ello a través de la historia de una loba.

–Sí, es la historia de Sibila desde que nace hasta que acaba el cuento. Siete horas de una narración que es una metáfora sobre lo libre. La loba encarna lo que queda del mundo libre, pero realmente está hablando de los humanos, una mujer y unos hombres esclavizados por las posesiones A la vez hace un repaso de la biología del lobo y su relación con otros seres. La conclusión es que el hombre se entendió con los seres vivos durante milenios, pero en un momento dado rompió ese pacto y es cuando entramos en conflicto entre nosotros y con el resto de seres vivos.

Félix decía que se puede recuperar vida en zonas abandonadas con teletrabajadores

decoration

–¿Cómo afecta a la relación del hombre con la naturaleza?

–El cuento relata en qué medida esa visión que tenía Félix de la naturaleza como un recurso para el hombre, se quiebra cuando la empezamos a domesticar. Es un mensaje muy actual cuando hablamos tanto de la España vacía. Porque Félix decía que se puede recuperar vida en zonas abandonadas, con teletrabajadores que busquen esa restauración de la naturaleza.

–¿Hasta qué punto el cuento encuentra inspiración en la gran reserva de lobos de la Culebra, que Félix tan bien conoció?

–Él lo centra en su pueblo, Páramo de Masa, pero la verdad es que la relación de lobos, pastores y mastines es la misma en todos los sitios. Es cierto que la primera manada con la que tiene contacto procede de la Sierra de la Culebra. El guarda Manolín Gallego y un amigo suyo, Chus Calero, se los llevan a Valladolid, donde él los va a buscar. Félix narra muy bien el encuentro con sus dos primeros lobos, Rómulo y Remo, y a partir de ahí descubre a estos animales y los estudia con las técnicas de Konrad Lorenz. Llega a entrar en su forma de pensar y a imaginar cómo era el mundo antes de la domesticación. Hace llevar a la loba a una cueva donde hay unas pinturas rupestres y allí ve cómo el hombre está aliado con los lobos para cazar, que es lo que ocurrió en el paleolítico.

Félix estuvo a punto de presentarse a las elecciones con un equipo de gente capaz

decoration

–Todo ha cambiado ¿Qué pensaría Félix de la sociedad actual, del deterioro y las agresiones al medio ambiente?

–Estaría bastante molesto de que todo lo que impulsó y en lo que creyó se haya quedado congelado en el tiempo. No hemos avanzado nada. Por ejemplo, nos hemos quedado con la imagen de unos a favor del lobo y otros en contra, pero nadie se da cuenta de que los tiempos dan nuevas oportunidades y de que a lo mejor hay que cambiar los modelos de negocio, de vivir y de entender la vida. Y eso no lo estamos entendiendo en absoluto. Pero Félix no solo nos hablaba de animales sino también de la sociedad de la información, de cómo sería el hombre del futuro, de que había que acabar con las guerras y la corrupción. Hace cincuenta años eso era un mensaje muy avanzado.

–Usted destaca el espíritu libre y de rebeldía que expresó en todos los ámbitos de la vida.

–Constantemente. Sin embargo creo que ni yo ni nadie lo captamos en su momento. Estamos tan ofuscados en ser esclavos, que cuando nos hablan de lo libre no sabemos lo que nos quieren decir. Pero si escuchas la obra de Félix, es constante la idea de que el ser humano fue un hombre libre, feliz y hay que volver a eso como sea, porque nos va la propia supervivencia en ello. Ese mensaje, adornado con su forma de hablar y con las historias que contaba de la fauna, hizo que fuera el hombre más popular de España durante 15 años.

–Un comunicador como Félix comprendió enseguida el alcance de las tecnologías.

–Sí, el desarrollo de la sociedad de la comunicación curiosamente era una propuesta que ya hizo Félix en los años 70, cuando apenas había ordenadores y mucho menos Internet. Hablando de las termitas y de las hormigas, dijo que al igual que estos hormigueros generaban una sociedad con las feromonas, el hombre con la palabra y la cultura lograría algún día entenderse y lo haría con un sistema que sería instantáneo, universal y gratuito. Estaba definiendo Internet.

La primera manada de lobos con la que tiene contacto Félix procede de la Sierra de la Culebra

decoration

–Es asombroso que en los años 70 pensara estas cosas.

–Lo mismo que decía que la felicidad estaría en volver a la vida rural en pequeñas comunidades, aprovechando la tecnología y los avances, no volviendo a la trashumancia. Es curioso, porque desde los gobiernos se propugna esa mirada al mundo rural a través del desarrollo de la sociedad digital, aunque no al ritmo ni la intensidad que Félix hubiera impuesto de haber llegado al poder.

–¿Se planteó en algún momento ese paso?

–Félix estuvo a punto de aceptar presentarse a las elecciones. Estoy convencido de que solo se hubiera planteado como misión ganar las elecciones con un equipo que él hubiera nombrado para luego volver a sus cosas. No tenía ninguna vocación de político pero sí tenía claro que el país debía cambiar. Habría ganado las elecciones y probablemente formado un gobierno de coalición de todos los partidos, con la gente más capaz, científicos, académicos. Tenía muchos contactos en todos los sectores sociales y en todo el espectro político. Todo el mundo le respetaba y era el único capaz de aglutinar a derecha e izquierda.

–¿Por qué no se materializó?

–Se lo impidieron los de UCD, que tenían sus planes. Cuando vio que había oposición, se echó para atrás. Pero incluso la Casa Blanca con Jimmy Carter, que había entrado en enero de 1977, apoyaba sus objetivos. Félix tenía a favor a instituciones de prestigio como el Club Bilderberg, a través del príncipe Bernardo de Holanda con el que estaba en contacto permanente hasta el punto de que le metió en una orden de grandes divulgadores de temas ambientales, la Orden del Arca Dorada.

La ganadería tiene grandes problemas estructurales; el lobo es un elemento insignificante

decoration

–El estudio profundo de la figura y la obra de Félix ha permitido descubrimientos sorprendentes. Mucho más allá de su conocimiento y amor por la naturaleza hay un hombre con una cosmovisión asombrosa.

–Realmente la naturaleza era su pasión pero él estaba en la mente del ser humano. Se preguntaba en qué momento cambiamos y nos hicimos tan bestias como para matarnos unos a otros. Félix habla de la maldición de la superpoblación y la necesidad de plantearnos otra forma de vida, no basada en el materialismo sino en desarrollar nuestra capacidad creativa y ser felices.

–Qué hubiera pensado Félix de un tema hoy tan espinoso como la relación del lobo con la ganadería.

–La ganadería tiene grandes problemas estructurales que no son derivados del lobo. El lobo es un elemento insignificante. El problema son los bajos precios, los altos costes de producción, la falta de relevo. Y otros factores como la producción industrial de alimentos donde ser competitivo es muy difícil.

–¿Y sobre los devastadores incendios forestales?

–El control de los incendios y sobre de esos efectos tan destructivos, requiere que en el mundo sigan existiendo los herbívoros. La desaparición de los pastores ha generado el desarrollo de grandes extensiones de bosques y matorral, algo que en la naturaleza nunca existió. Antes del pastoreo, los herbívoros se encargaban de controlar la vegetación. Eso ha desapareciendo y ahora hay unas masas continuas de vegetación que hacen que cuando caiga un rayo o haya un cerillazo arda todo. Antes el paisaje alternaba y había equilibrio.

–Hoy Félix tendría mucho quien decir sobre lo que está pasando en esta sociedad.

–Creo que nos estaría corriendo a gorrazos a todos, empezando por los ecologistas, pasando por los políticos y acabando por los ganaderos. Porque todos lo estamos haciendo muy mal.

Compartir el artículo

stats