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Negocios y alcaldes de Ricobayo auguran un "desastre" si no "sube" el embalse en verano

El sector privado espera desde hace «mes y medio» una reunión con la CHD para exigir una cota mínima más alta que evite la "condena de toda una comarca"

Una persona observa el agua embalsada a la altura del puente de Santa Eufemia del Barco. | Emilio Fraile

Empresarios, agricultores, ganaderos y en general el sector privado que opera en el entorno del embalse de Ricobayo vaticinan «un desastre sin el mínimo atisbo de recuperación económica» en la cuenca del bajo Esla si no varía la propuesta mínima de volumen de agua para el verano.

El pasado mes de noviembre el sector privado pudo participar por primera vez en la Comisión de Desembalses, donde conocieron la «raquítica» propuesta de la Confederación Hidrográfica del Duero de elevar el volumen mínimo un metro respecto al año anterior, dejando la cota en 663,5 metros. «Un poco más de 400 hectómetros cúbicos, apenas el 30% de la capacidad del embalse» protestan.

Si se mantienen estos registros, «prácticamente» los mismos niveles de agua que en los dos últimos veranos, «veremos cierres de establecimientos de todo tipo, restauración, hostelería, empresas de alquiler, guías de pesca, distintos clubs deportivos o bases náuticas».

Aseguran los afectados que el turismo, esparcimiento y ocio de los zamoranos en estos dos últimos años «ha sido prácticamente extinguido en la ribera del Esla y quizás ya se haya desplazado en favor de otras regiones donde el trato del Ministerio de Transición Ecológica sospechamos pudiera ser más benevolente».

Los registros previstos por parte de la CHD llevan a la «extinción económica y social, a la condena de toda una comarca» expresa en un comunicado el sector privado, que ha solicitado una «reunión urgente» con la presidenta de CHD hace mes y medio y todavía no se ha obtenido respuesta.

Temidas consecuencias que son compartidas por los ayuntamientos de la zona de Ricobayo, certifica el alcalde de San Cebrián de Castro, Javier Aguado. «Si se cumple el plan anunciado por la CHD, el impacto en la zona va a ser tremendo. Así lo hemos expuesto los ayuntamientos en las alegaciones. Estamos intentando que se reconsidere ese despropósito y que nos aporten más agua, pero también reconozco que estamos muy atados porque hay unas condiciones de concesión en la explotación de un embalse que es de regulación y nos queda muy poca capacidad de maniobra».

Para el alcalde de San Cebrián de Castro, «la batalla tiene que darse en las condiciones de las nuevas concesiones de los embalses, que van a empezar por Villalcampo».

Al margen de esa apreciación, alcaldes y empresarios se sienten «maltratados, agraviados y decepcionados» con la CHD, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. «No descartamos acciones de cualquier tipo que corrijan estos dislates y desvaríos en los próximos meses si la situación y la política hídrica no cambia» advierte Ismael Rodríguez, portavoz del sector privado de Ricobayo.

El portavoz de los empresarios y titulares de negocios en la zona, tanto turísticos como agrícolas y ganaderos o vinculados a la hostelería y los deportes náuticos, participó por primera vez en la reunión de la Comisión de Desembalse, celebrada en Valladolid, en el pasado noviembre. Ismael Rodríguez expuso la «grave problemática» que conlleva para los zamoranos, y en especial para los 19 municipios ribereños, tener un nivel de agua como el de los dos últimos años.

De inicio, las cotas mínimas propuestas para el verano provocarán «serios problemas de abastecimiento y falta de calidad del agua». Al igual que la extracción de agua en grandes explotaciones agrarias, «a pesar de haber pagado el canon correspondiente a CHD». Y en el sector ganadero, con «rebaños que no pueden acceder a orillas enfangadas a través de desniveles y riscos de más de 20 metros en verano».

El sector privado apunta a las consecuencias en la «pérdida de acuíferos y masa arbórea de ribera además del desove de la fauna piscícola en la primavera». Y sobre el impacto en la fauna; «técnicos ambientales en la materia nos confirman el cambio de rutas de ciertas aves evitando las zonas de Ricobayo como consecuencia de estos ínfimos niveles. Calculamos siendo prudentes de un recorte 10 a 15 kilómetros de lámina de agua».

Revisión del convenio de Albufeira

«Las circunstancias no son las mismas de hace medio siglo. Padecemos unas situaciones de escasez de agua como no habíamos conocido antes, por eso no valen los acuerdos de años atrás. Me da igual el gobierno que los haya firmado».

Javier Aguado avanza que «la preocupación sobre la falta de agua va en aumento». Por eso el alcalde zamorano, también vicepresidente de la Federación de Asociaciones y Municipios con Centrales Hidroeléctricas y Embalses, ha pedido al Miteco «que se revise el Convenio de Albufeira» para salvaguardar la disponibilidad de agua en un contexto de menores precipitaciones y cuando se están haciendo patentes los efectos del cambio climático. La revisión ha sido confirmada por los gobiernos de ambos países. Un acuerdo internacional que el pasado otoño afectó de lleno a Zamora, como consecuencia de los desembalses de reservas de agua hacia Portugal, que provocaron una bajada de los niveles en los embalses de Ricobayo y Almendra, cuando las cotas ya eran mínimas debido al episodio prologando de sequía en la Península Ibérica.

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