San Blas recibe el cariño de Ferreras de Arriba

La imagen de san Blas pudo finalmente salir a hombros desde la iglesia de Ferreras de Arriba para completar el recorrido procesional, tras tres años de espera.

El mayordomo, Javier Canas, ha sido el más duradero en el cargo esperando todo este tiempo que por pandemia no ha podido celebrarse la fiesta, una de las más entrañables para sus vecinos. La figura del Mayordomo es fundamental ya que se encarga de organizar la fiesta y ayer transmitía felicidad. Vecinos y Banda de Gaitas As Portelas cumplían con la tradición de ir a buscar al mayordomo a su casa para acompañarlo a la iglesia para comenzar la misa.

El recorrido procesional abría la celebración religiosa de la mañana, acompañada de vecinos y las gaitas de As Portelas, para culminar con la misa mayor oficiada por el párroco Santiago Fernández, quien reconocía después del oficio que los vecinos tenían muchas ganas de poder celebrar a su santo.

Y es precisamente el acto de besar la reliquia el que con más entrega se efectúa al finalizar la misa. Por razones evidentes y tras la pandemia no hubo beso a la reliquia y sí la inclinación y aproximación hacia cada uno de los feligreses. Las mejores galas se lucieron en la fiesta, con el traje tradicional carballés y la capa castellana, aunque el día era más otoñas que invernal.

En una mañana radiante el pueblo se sumó a la degustación de dulces y un refrigerio.