Codesal procesiona con la Virgen de las Candelas después de tres años de espera

En una ceremonia cargada de simbolismo y belleza, la imagen de la Virgen de las Candelas recorría cargada por las mujeres, tras tres años de espera, la nave central del templo de Codesal para recibir el cariño y las oraciones de codesalinos y devotos de otros pueblos cercanos.

Los actos centrales de festividad de las Candelas o La Candelaria muy querida en el pueblo comenzaban poco antes de las doce con Antonio tocando las campanas a toque de fiesta, mientras las mujeres dejaban la imagen de la virgen en portal para esperar su entrada triunfal.

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El Coro de Codesal daba distinción a la misa con sus voces y los cantos que interpretó durante toda la celebración.

La festividad de las Candelaria significa para los cristianos, la Luz. El padre Vladimir Hryhoriev recordaba en la homilía que esta festividad está dedicada más a la Virgen que a la propia tradición que cumplía el pueblo de Israel que después de 40 días la madre se presentaba en el templo para purificarse.. Una etapa y en unos tiempos “que no hay que quemar” esas etapas están marcadas por las tradiciones frente a lo que calificó de “fast food” (comida rápida) para resumir el correr de los tiempos y la celeridad de quemar etapas. Deseo que “sea una etapa de Luz para los pueblos”.

Etapas que se retoman, como la vivida ayer cuando la imagen de la Candelaria con sus mujeres vestidas de traje carballés entraron desde el portal para llegar al altar donde rezaron arrodilladas y esperaron la bendición del párroco. Como ofrenda y rememorando la lectura de la entrada de María en el templo de Israel soltaron dos palomas “un par de tórtolas o dos pichones”, además de entregar una luz y un dulce al párroco ante el altar, símbolos de la culminación de estos 40 días tras el nacimiento de Jesús. Como anunció Simeón a María “una espada te traspasará el alma”, anunciando otra etapa.

La totalidad de los asistentes recibieron con cariño y beneplácito las ofrendas y el interés del coro y las mujeres en dignificar esta fiesta. La entrada de la Virgen al templo, las canciones y las ofrendas se recuperaron gracias a Argimiro Crespo, un ilustre vecino que dedicó muchas etapas de su vida a amarrar las tradiciones de la Carballeda. “Gracias a él se recuperó” recordaban ayer vecinas y familiares. La fecha del 2 de febrero tiene especial relevancia para algunas de las familias por coincidir con nacimientos de hijos o nietos o partidas de seres queridos, como así rememoraba algunas de las participantes. San Blas y Santo Tirso también tienen su pequeño altar y sus exvotos entre los codesalinos.

En un día de fiesta no podían faltar dulces caseros preparados por las cantoras que se degustaron en buena vecindad a la puerta del templo.