Manzanal del Barco logra acabar con el terror de las tuberías: adiós a la cal

El Ayuntamiento de Manzanal del Barco, cuya Corporación Municipal preside el alcalde Luis Miguel Mezquita González, ha culminado las actuaciones en las instalaciones situadas en el “Camino del Calvario” para mejorar el sistema de potabilización de agua utilizada para el abastecimiento domiciliario que sufría graves deficiencias.

La cal traía el consiguiente deterioro de las canalizaciones de las viviendas, incluidas las griferías, y así mismo causaba problemas de calcificación en electrodomésticos familiares como era el caso de las lavadoras.

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Manzanal del Barco cuenta en la actualidad con 134 habitantes, de los cuales 709 son hombres y 64 mujeres. Como su “apellido” delata, históricamente fue un pueblo muy importante para la zona oeste de la provincia de Zamora ya que su barca permitió cruzar el río Esla hacia la Tierra de Alba y Aliste durante siglos. Un cruce de caminos que resurgía entre 1929 y 1934 con la construcción del “Salto de Ricobayo” y el puente de “Mazares” puestos en marcha en 1935.

Inicio el siglo XX Manzanal del Barco con 526 habitantes y en un año subía un centenar hasta situarse en 1910 con 626 vecinos en 1910 y sólo uno en la siguiente década. Su mayor esplendor poblacional llegaba en plena posguerra, 1940, cuando se alcanzaron los 649 residentes. Ello supone que en ochenta y tres años Manzanal del Barco ha perdido la friolera de 515 habitantes.

Población

Al ser un pueblo afectado por el éxodo rural cuenta con muchos emigrantes y descendientes que mantienen sus vínculos con Manzanal del Barco regresando en periodos vacacionales. Según los datos del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas sobre personas que tienen algún típico de vinculación o relación con el municipio, la población estacional, principalmente en verano, se sitúa entorno a las 450 personas. Ello trae consigo que durante la época estival se incremente el consumo de agua.

Mientras en la zona de Aliste el gran problema en los abastecimientos domiciliarios se centra en los altos índices de minerales en el agua, –muy en particular hierro, arsénico y manganeso–, extraída de los acuíferos subterráneos, muy en particular en los pozos de sondeo con más de 100 metros de profundidad, en el caso de Manzanal del Barco, con una toma de aguas superficiales (manantiales), el problema estaba el la abundancia de cal (descalcificación) y en su clorado.

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El presupuesto base de licitación para su ejecución mediante contrata ha ascendido a un total de 17.422 euros cofinanciados por la Diputación de Zamora (15.699) y Ayuntamiento (Área de Medio Ambiente) de Manzanal del Barco (1.742,21) con fondos propios, dentro del Plan Sequía 2022. Los trabajos han sido ejecutados por la empresa “Anadur” (Tratamiento Ecológico del Aire y Agua).

Cloro y sal

Los problemas encontrados por los técnicos y expertos se centraban en un alto consumo de energía eléctrica aún cuando el aporte de agua se realiza mediante manantial; y unos muy elevados consumos de cloro y sal de los descalcificadores existentes; un mal funcionamiento del descalcificador, lo que aportaba a la población agua dura que generaba la calcificación excesiva de tuberías y griferías en viviendas; y la baja presión de agua en la zona alta del pueblo.

El equipo de control de cloro en continuo no funcionaba, estaba seriamente dañado y la bomba de recirculación de agua estaba totalmente gripada debido a que era de hierro fundido y no era de aplicación para esta finalidad. Por ello en estos casos se recomienda colocar bombas plásticas como las que se utilizan para la cloración de piscinas.

La inyección de cloro en el depósito general tampoco era la correcta dado que no existía control de dosificación automático, por lo cual se podía inyectar cloro en exceso como por defecto. Así mismo, se daba la circunstancia de que se inyectaba cloro en el depósito y parte de ese cloro se salía con el agua por el rebosadero del depósito.

En cuanto al equipo de calcificación no funcionaba y consumía mucha sal: “Probablemente no haya funcionado correctamente en ningún momento”.

Los técnicos realizaron estas afirmaciones basándose en diversas circunstancias: el caudal de filtrado y descalcificación según la ficha técnica de estos descalcificadores es de 2.500 a 3.200 litros por hora y según la presión a la que trabajaban y la ficha técnica de la bomba de presión, el caudal que estaba pasando por los descalcificadores era de 5.400 litros: “Esto supone que el paso del agua es muy rápido y los descalcificadores no llegan a retener la cal del agua”. Para que los descalcificadores funcionarán correctamente la presión a la que deberían de trabajar tendría que ser de unos 3,7 bares.

La solución pasó por eliminar el sistema de control de cloro en continuo dado que su reparación era muy elevada y tendría un alto coste al funcionar el motor de recirculación durante 10 horas al día y este sistema de control de cloro en continuo no era el adecuado por trabajar con agua de manantial dura) y al existir una pérdida constante de agua por el rebosadero del depósito.

Depósito

Hecho esto, se vació el depósito general de abastecimiento y distribución para su posterior limpieza, elevando luego la toma de aspiración del grupo de presión 50 centímetros sobre el nivel del suelo del aljibe. De esta manera se logra evitar la absorción de agua con sólidos disueltos o arenas que aportan los propios manantiales.

En el cuanto a los descalcificadores se ha instalado una cámara de contacto y reacción en la que se inyecta una pequeña cantidad de cloro (aprovechando la bomba existente) que evitará se genere contaminación orgánica dentro de los filtros.

Se vaciaron los dos descalcificadores existentes, sustituyendo sus resinas y válvulas de filtrado por válvulas manuales de mayor caudal de filtrado y por una carga filtrante que tiene la facultad de inhibir las incrustaciones mediante polímeros que inhiben las incrustaciones catiónicas (calcio y magnesio). Dichos polímeros cristalizan los iones responsables de las incrustaciones sin la necesidad de la regeneración de la masa filtrante mediante sal. El caudal de trabajo o filtrado ha pasado a ser ahora de entre 4.000 y 5.000 litros la hora.

Finalmente se hizo necesario instalar un grupo de presión con doble bomba con variador para mantener una presión de salida de un bar, logrando con ello que la presión de agua en las viviendas sea la adecuada con independencia de estar ubicadas en la zona baja o alta del pueblo.

En la práctica totalidad de los 102 pueblos alistanos, tabareses y albarinos el problema más actual se centra en el deterioro de las redes urbanas construidas en los años setenta y ochenta que generan muchas averías y perdidas de agua. La solución esta pasando por cambiar las antiguas tuberías de uralita y PVC por las más eficientes de polietileno.

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