El pastoreo, una práctica en paulatino declive en Zamora

La Cámara Agraria constata el abandono de pastizales porque hay menos ganaderos y más razas de ovino de alta producción

Asamblea de la Cámara Agraria Provincial, ayer en Zamora. | Emilio Fraile

Asamblea de la Cámara Agraria Provincial, ayer en Zamora. | Emilio Fraile / A. B.

A. B.

La Cámara Agraria Provincial celebraba ayer en Zamora un pleno ordinario en el que se aprobó el presupuesto del nuevo ejercicio y se presentaron las cuentas de 2022. Una buena parte del gasto se destinó el pasado verano a la compra de un camión de tacos de pienso que se distribuyó a través de la Unidad Veterinaria de Tábara entre los afectados por los incendios de la Sierra de la Culebra, tal y como explicó el presidente de este organismo, José Roales.

La asamblea también trata los movimientos patrimoniales de las distintas Juntas Agropecuarias Locales que existen en la provincia, más de 150. Estos movimientos normalmente corresponden a la venta de terrenos o su cesión a los ayuntamientos.

Por último, también se han tratado cuestiones relativas a daños producidos en las dependencias de la propia Cámara, ubicadas en la avenida Federico Cantero Villamil de Zamora.

Arrendamiento de pastos

Las cámaras agrarias nutren su presupuesto del arrendamiento de los pastos comunales de distintos pueblos. El presidente reconocía que desde hace años los ingresos vienen disminuyendo paulatinamente debido al abandono del pastoreo. “Las ovejas que hay hoy en día son en su mayoría unas ovejas de altísima producción, que no están adaptadas a caminar por el campo porque tienen unas ubres muy desarrolladas y eso las impide andar con comodidad por las rastrojeras”, abundaba José Roales.

A esto se une el hecho de que cada vez quedan menos ganaderos en la provincia de Zamora. “El relevo generacional es muy escaso en el campo zamorano, y más en la actividad ganadera”, advertía ayer el presidente de la Cámara Agraria Provincial minutos antes del pleno ordinario. “Mi opinión particular es que a la ganadería de ovino le queda poca vida en esta provincia”, añadía Roales.

Disminuye la cabaña ganadera en Zamora

La sequía aceleró en 2022 el abandono de la actividad ganadera. No había pasto suficiente y el precio del forraje alcanzaba máximos históricos, algunos productores no pudieron permitirse esos precios y se vieron obligados a cerrar sus explotaciones o a vender parte de sus rebaños, y eso a pesar de que tanto la leche de oveja como el cordero han subido de precio.

Las abundantes lluvias que están cayendo este invierno devuelven la esperanza a los ganaderos y agricultores zamoranos, aunque prefieren mantenerse cautelosos. “El precio del gasoil no ha bajado, las semillas no han bajado, el abono mineral no ha bajado nada en absoluto y los fitosanitarios han subido otra vez”, indicaba el presidente de la Cámara Agraria. Si la climatología sigue siendo favorable y hay una cosecha decente de cebada, José Roales cree que la ganadería “podrá sostenerse” en 2023 a pesar del elevado precio de los insumos, siempre y cuando no vuelva a bajar el precio en origen de la leche y la carne.