El lobo mata en Torrefrades cuatro ovejas de raza castellana negra

La misma ganadería sufría hace un año otro ataque en el que sumó una veintena de bajas

Las cuatro ovejas muertas en el ataque del lobo a una ganadería de castellana negra en Torrefrades. | V. M.

Las cuatro ovejas muertas en el ataque del lobo a una ganadería de castellana negra en Torrefrades. | V. M. / A. B.

A. B.

El lobo vuelve a atacar al ganado en Sayago, probablemente la comarca donde los pastores se sienten más hostigados por el predador. Los hechos demuestran que el cánido ya lleva años asentado al sur del Duero y esto parece ser incompatible con la ganadería extensiva que tradicionalmente se practica en los pueblos sayagueses y en sus dehesas.

Esta vez ha ocurrido en la localidad de Torrefrades, con la muerte de cuatro ovejas. Otras tres presentan heridas por mordedura “y probablemente mueran en los próximos días”, aventura el ganadero, Antonio Manzano. Los agentes de Medio Ambiente certificaban en la mañana de ayer que las mordidas correspondían al lobo ibérico.

Su rebaño es de castellana negra, una raza de ovino autóctona de Castilla y León en peligro de extinción. Esta raza vive amenazada por la desaparición de la práctica del pastoreo en extensivo, y los ataques del lobo son otro obstáculo más a su supervivencia. En esta ocasión, los animales se encontraban en una cortina delimitada por las tradicionales paredes de piedra en seco a un kilómetro del casco urbano de Torrefrades.

El lobo mata en Torrefrades cuatro ovejas de raza castellana negra

El lobo mata en Torrefrades cuatro ovejas de raza castellana negra / A. B.

Antonio Manzano cuenta en su rebaño con unas 500 ovejas de la raza autóctona. Tres bajas –probablemente siete– no parecen muchas, el problema está cuando los ataques se convierten en un goteo constante que va mermando la rentabilidad de la explotación. No es sería raro, ha ocurrido en otros pueblos del sur de Zamora.

También hay que tener en cuenta los abortos, todo esto hace bajar la producción”, señala el ganadero, que pide comprensión por parte de quienes defienden la protección total del lobo.

El último ataque registrado en la ganadería de Antonio Manzano fue hace 14 meses, en noviembre de 2021. En aquella ocasión las pérdidas fueron notablemente mayores, con 19 ovejas muertas, todas ellas en estado de gestación. El ganadero perdió a las madres y también los corderos que debía haber vendido a las puertas de la Navidad, “el agosto” para los productores de ovino de carne.

“Es una vergüenza que defiendan el lobo en vez de las ovejas y los corderos. Están decididos a acabar con la ganadería extensiva, que es de lo que viven Sayago y Aliste, después se les llena la boca a los de La Moncloa hablando de la España Vaciada, pero están acabando con nosotros. A mi me queda un año para jubilarme, ¿y después quién va a querer dedicarse a esto en estas condiciones?”, se despacha frustrado el ganadero Antonio Manzano.

También advierte que “las indemnizaciones no son suficientes, te pagan lo que vale la oveja en el momento de morir, pero no el trabajo de ocho años criándola”.