La tradición de los Reyes Magos renace en Andavías treinta años después

El municipio zamorano recupera la representación que realizó por última vez en 1993

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS / EMILIO FRAILE

A Yoel Martín le faltaban catorce años para nacer cuando, en aquella mañana de 1993, el Auto de los Reyes Magos cobró vida por última vez en Andavías. Desde entonces, la representación se había conservado solo en la memoria de quienes lo vivieron y en las imágenes grabadas por un videoaficionado del pueblo, que servían para mostrar lo que un día fue esa tradición que parecía condenada ya irremediablemente al olvido.

Sin embargo, este 6 de enero, doce vecinos se aliaron para crear un recuerdo nuevo en la mente y en el corazón de los más jóvenes, y para hacer regresar a los veteranos a un pasado feliz. Ayer, de nuevo, Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron a caballo a la puerta de la iglesia, donde ya esperaba Herodes con su guardia a un lado. El centinela del mandamás era Yoel, que disfrutó, desde dentro, de un rito teatralizado que forma parte de la esencia de su patria chica.

Su familia, los parientes del resto del elenco y, en general, todos los habitantes de Andavías, particularmente los mayores, se emocionaron este viernes con el regreso de los Reyes treinta años después. Esta obra de teatro, íntimamente vinculada a la liturgia cristiana del 6 de enero, representa la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar a Judea, tras seguir la estrella que les había indicado el lugar de nacimiento de Jesús. Allí, sus tres majestades se topan con Herodes, otro de los grandes protagonistas de una escenografía que incluye además al ángel y a los pajes.

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS / EMILIO FRAILE

Con este guion, toda la obra tuvo lugar entre los aledaños de la iglesia y el interior del templo. En el exterior, los Reyes Magos interpretaron sus papeles primero desde el caballo y después a pie, mientras Herodes declamaba desde su improvisado trono. Ya a cobijo del frío, el ángel y Melchor, Gaspar y Baltasar dieron continuidad a la representación antes del inicio de la misa, que corrió a cargo de José María Casado. Este sacerdote pasó más de 25 años como párroco de Andavías y de otros pueblos de la zona. Su regreso para la cita, pasados los 80, fue otro despertador de emociones entre unos feligreses que le mostraron un cariño que ya es perenne.

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS / EMILIO FRAILE

Herodes, en el papel de mayor enjundia

A la salida del templo, los Reyes Magos abandonaron el lugar sin compartir con Herodes la información sobre la identidad y la ubicación del niño nacido en Judea, en lo que sirvió como colofón de una obra extensa, que roza la hora sin contar la misa, y muy trabajada por los actores. Los papeles de Melchor (Raúl Malillos), Gaspar (Juan Manuel Fernández) y Baltasar (Eduardo González) requerían un aprendizaje de texto que quizá explica el paréntesis tan amplio que ha mediado entre la última representación y esta. Ahora bien, el protagonismo principal recae aquí en Herodes (Felipe Carlos Fernández), que recibió las mayores ovaciones por su intachable interpretación entre la niebla.

En general, también los pajes (Marta Fulgencio, Antonio Orozco y Ruth Prieto), el ángel (Rocío Fraile) y los acompañantes de Herodes (Jorge y Yoel Martín) cumplieron con creces las expectativas del público y de los encargados de impulsar de nuevo la celebración: Rosa Fraile y Antonio Iglesias. Los responsables recordaron que los ensayos comenzaron hace once meses, por las Candelas, y se intensificaron hasta el punto de ser diarios en el mes de diciembre, por lo que resulta complejo pensar en que el Auto se vaya a celebrar todos los años, a la vista de la exigencia que supone.

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS

AUTO DE LOS REYES MAGOS EN ANDAVIAS / EMILIO FRAILE

La idea, en todo caso, es establecer una cierta periodicidad en la representación para evitar que vuelva a situarse ante el precipicio del olvido. “Queremos que sea habitual, pero no anual”, explicó Fraile, que aclaró que el texto que recitó el elenco este día 6 de enero es una mezcla de la versión del Auto de los Reyes Magos que se conservaba en Andavías, junto a fragmentos de los papeles de Carbajales de Alba, Alcañices y Tábara.

En todo caso, el libreto fue fiel al que antaño había recuperado Gregorio Prieto. Así se pudo comprobar al buscar los rostros de quienes interpretaron el papel en el 93 o incluso años atrás. En sus labios se podía leer, resistente a la desmemoria, la misma retahíla que retumbaba sobre los muros de la iglesia de Andavías en este viernes gélido. Mientras, otros se acordaban de los que ya marcharon y se secaban las lágrimas. La nostalgia de los mayores se mezcló con la alegría de ver aprender a las nuevas generaciones lo que ellos descubrieron gracias a sus padres. La herencia seguirá viva.

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