El magnetismo de la cascada de Abelón
El espectacular salto de agua, situado en los Arribes zamoranos, atrae a numerosos turistas a un enclave rebosante de vida
La cascada de Abelón recibió ayer la visita de numerosos amantes de la naturaleza que no dudaron en inmortalizar el espectacular salto de agua situado en los Arribes zamoranos. | | P. SANABRIA / Irene Gómez
La cascada de Abelón se consolida como uno de los atractivos naturales de los arribes zamoranos.
Apenas 35 kilómetros separan este lugar con encanto de la ciudad de Zamora y son muchos los turistas y visitantes que aprovechan las vacaciones o fines de semana para disfrutar de estos rincones rebosantes de vida.
Tras el nuevo aguacero que descargó el primer día del año en Sayago, y en buena parte de la provincia de Zamora, el espléndido y festivo día 2 invitaba a disfrutar de la naturaleza. Sayago es uno de los lugares de referencia cuando las lluvias son generosas, como ha ocurrido el pasado mes de diciembre y el primer día del nuevo año.
El magnetismo de la cascada de Abelón / Irene Gómez
Cascadas, riveras, fuentes, arroyos, regatos. Todo fluye. Pero sin duda los saltos que precipitan las aguas al Duero nunca decepcionan. La cascada de Abelón es un ejemplo del encanto de Sayago. Ayer las visitas fueron incesantes a lo largo de todo el día. Hubo momentos que hasta se formaba cola para buscar el mejor enfoque de cámaras y móviles. Ese que permite localizar la cascada de Abelón en su plenitud.
El magnetismo de la cascada de Abelón / Irene Gómez
Este espacio natural da para mucho más. Los amantes del senderismo pueden hacer rutas, muy fáciles o con escasa dificultad, a lo largo de riberas que ahora están rebosantes. Y disfrutar de los puentecillos y monumentos de piedra, paredes y pasos de agua tan característicos de la comarca de Sayago.
Más allá del mediático “Pozo de los Humos” en la provincia de Salamanca, existen rincones naturales formidables que son un auténtico regalo. Y la comarca de Sayago es generosa en espacios donde turistas y senderistas pueden deleitarse.
Muy cerquita de la cascada de Abelón es posible contemplar la espectacular desembocadura del río Esla en el Duero. O continuar el curso del río y adentrarse en Mámoles, Fariza, Fornillos y Pinilla de Fermoselle. O la propia capital del Parque Natural de los Arribes del Duero, Fermoselle, donde se encuentra la Casa del Parque, en el Convento de San Francisco.
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