Los límites de la frontera están en orden. Y así se ha ratificado en el Acta de Revisión de Fronteras que un año más han firmado los alcaldes de los municipios rayanos de Sayago, Aliste y Miranda do Duoro en un acto que se celebró en la Cámara Municipal del municipio portugués.
El 29 de septiembre de 1864 los reinos de España y Portugal firmaban el Tratado de Límites, el documento que definía la línea divisoria para determinar “clara y precisamente los derechos de los respectivos pueblos”. Han pasado 158 años y el desasosiego que a mediados del siglo XIX generaba la propiedad sobre ese difuso territorio se ha transformado en una armónica convivencia donde nadie cuestiona los límites.
La buena vecindad domina las relaciones entre los pueblos del arco transfronterizo que en la provincia discurren por las comarcas de Sanabria, Aliste y Sayago. Y cada año se ratifican esas relaciones fluidas en las actas de revisión de fronteras, que se firma una vez inspeccionadas las fronteras y comprobado que no se ha alterado ni el curso del río Duero, ni se han modificado sus márgenes ni las demarcaciones de cada municipio.
El acta de revisión de 2022 se ha ratificado en Miranda do Douro en un acto presidido por la presidenta de la Cámara Municipal, Helena Barril, con la participación de los alcaldes sayagueses de Fermoselle, Fariza, Torregamones, Villar del Buey y Villardiegua de la Ribera, y los alistanos de Alcañices y Fonfría, acompañados de los secretarios de los Ayuntamientos.
El artículo 25 de Tratado de Límites establece que “con el objeto de asegurar la permanencia de las mugas o marcos que señalen la línea internacional se conviene en que las municipalidades limítrofes de ambos reinos puedan adoptar en la parte que les concierna, y de acuerdo con las autoridades competentes, las providencias que estimen necesarias para la conservación de las mugas colocadas, la reposición de las destruidas y el castigo de los delincuentes”.
Incluso se instituía “el mes de agosto” para la verificación y reconocimiento de la línea “por delegados municipales de los pueblos colindantes, con asistencia de los alcaldes españoles y de los administradores de concejo portugueses”. Una encomienda que ha llegado hasta nuestros días, aunque no con el rigor y el protocolo que se marcó en su momento.
Con las relaciones completamente normalizadas, hoy el Acta de Revisión de Fronteras se convierte en un encuentro de armonía y hermandad, donde los alcaldes de los dos lados de la Raya intercambian ideas e iniciativas con el objetivo de preservar, potenciar y valorizar el territorio.
Como se ha informado desde el Ayuntamiento fermosellano, en el encuentro, el alcalde José Manuel Pilo ha aprovechado para tratar asuntos de interés para los municipios transfronterizos en cuanto a comunicaciones, actividades culturales y deportivas, además del intercambio de información y documentación entre los encargados de las oficinas de turismo de Miranda do Douro y Fermoselle.
Con sus más de siete siglos de historia y 1.234 kilómetros de longitud, la Raya hispano-lusa constituye la frontera más antigua de Europa y una de las más extensas.
