La Asociación Cultural de Campaneros de Zamora ha sido invitada al acto de presentación de la candidatura del “Toque manual de campanas” para su reconocimiento como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Miembros de la Junta Directiva de la asociación zamorana acudirán al acto programado para el 14 de noviembre en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. 

España ha propuesto el Toque Manual de Campanas para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

A lo largo de los siglos, el repique de campanas se ha utilizado como medio de expresión y comunicación, cumpliendo una serie de funciones sociales: transmisión de información, coordinación, protección y cohesión. Los mensajes codificados así transmitidos son reconocidos por las distintas comunidades y contribuyen a estructurar la vida local. 

Existe una gran variedad de sonidos determinados por el tipo de campana (carillón, campana semigiratoria, campana giratoria) y por la habilidad de los campaneros, así como por las características físicas y propiedades acústicas de las campanas, torres y campanarios.

Estos elementos convergen para crear un rico repertorio en el ámbito religioso y civil para marcar diferentes momentos del día, alertar a la población en caso de incendio o anunciar funerales. En Zamora la Asociación de Campaneros se constituyó con el objetivo de velar por una tradición muy arraigada en los pueblos. 

Repiques

El repique manual de campanas en España es un sistema de comunicación desarrollado por las comunidades para comunicarse entre sí. Cada pueblo tiene sus propios tonos de llamada, identificables por su comunidad. El repique de campanas se utiliza para marcar tiempos y eventos como inundaciones, funerales, celebraciones, representaciones y otras circunstancias de la vida y ceremonias litúrgicas. Los portadores y practicantes del elemento incluyen campaneros (hombres y mujeres), campaneros, asociaciones de campaneros y otros artesanos, entre otros. Los campaneros mayores transmiten sus conocimientos y habilidades a las generaciones más jóvenes. La transmisión también tiene lugar en las asociaciones de campaneros y en las escuelas. El elemento permite una práctica diversificada a la vez que es un marcador de identidad colectiva para las comunidades. El repique de campanas ayuda a los lugareños a conectarse con su historia, cultura y costumbres, asegurando así la preservación de los espacios culturales donde se practica el elemento.

Los jóvenes

A nivel local se considera que la inscripción en la Unesco "incrementará el interés de las generaciones más jóvenes, quienes podrán familiarizarse con su patrimonio, lo que estimulará la identificación y salvaguarda de otras manifestaciones culturales". 

A nivel nacional, "la inscripción sensibilizará sobre la importancia de salvaguardar prácticas similares pertenecientes al mundo del sonido y la comunicación y alentará a otras comunidades a identificar su propio patrimonio cultural". 

A nivel internacional, la inscripción "destacará esta actividad como una manifestación arraigada en la comunidad del patrimonio cultural inmaterial que está abierta al mundo y a diversas comunidades. La inscripción también fomentará el diálogo entre las diferentes comunidades campaneras fuera de España".