La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Xavier Eguiguren Premio nacional 2022 BABIDI-BÚ por “Mejor labor educativa en colegios”

Xavier Eguiguren, escritor: “El mejor legado que puedo dejar a mis hijas es un mundo de igualdad plena”

“Espero que en el medio rural se entienda y se reciba bien el mensaje de los libros para parar la violencia de género contra las mujeres”

El escritor asturiano Xavier Eguiguren posa junto a los ejemplares de sus libros. | A. Saavedra

El escritor asturiano Xavier Eguiguren, nacido en Clemont Ferrand (Francia) en 1969 de padres españoles, recibía el premio de la editorial BABIDI-Bú a la “Mejor labor educativa en colegios” por su labor didáctica en centros educativos de toda España. Premio que recibía en la Feria Internacional del Libro 2022, otorgada por la Federación del Gremio de Editores de España. Sus compañeros en este viaje de aulas, para educar en igualdad, son sus dos libros de literatura infantil: “Papá, ¡cuenta mis dibujos!” y “Marta, ¡dibuja mis cuentos!” ilustrados por su hija Marta con la que comparte este premio. Eguiguren que por razones profesionales reside la comarca de Sanabria, es columnista y cronista, autor de “Infierno, cielo y en la tierra un traje verde” y “730.000 pasos sobre los Caminos de Santiago”.

–¿Qué supone este premio para usted?

–Un reconocimiento a trabajar incesantemente y poder entrar en los colegios para contar mis cuentos de valores. Me ha costado mucho entrar, es muy complicado empezar pero una vez que te conocen es más fácil. De profesor a profesor, de profesora a profesora.

–¿Cómo recibe el aula a un escritor que va con sus propios cuentos?

–Reciben muy bien. He ido aprendiendo de los niños y las niñas a medida que he ido visitando colegios. No soy escritor al uso. Soy consciente que no soy escritor, tengo otra profesión. La escritura me vino por un problema de ansiedad. Uno busca terapias alternativas y la escritura me vino por ese derrotero. Me encontraba bastante mal de ansiedad y escribiendo notaba que mejoraba. Soy un escritor que ha aprendido día a día y que sigue aprendiendo. Y me encontré con ese público infantil por casualidad.

–Porque empezó con literatura para adultos…

–Efectivamente. Empecé con literatura muy violenta que hablaba de violencia de género, sobre temas del día a día pero muy duros. La literatura infantil me encontró y los “peques” me encontraron. Me reciben como un escritor alternativo que se disfraza de rana, de abeja y que va con su hija pequeña, que es la ilustradora, y que cuenta sus experiencias de vida. Entre anécdota y anécdota añado un cuento de valores.

Intento inculcar a los pequeños, como con mi hija, esos valores. Lo primero que intenté fue inculcar esos valores a mi hija y no pretendía que esto aflorara y fuera de colegio en colegio.

decoration

–Es toda una experiencia trabajar con su propia hija y de corta edad.

–Es superdivertido. La experiencia y el legado que le dejo a mi hija, que no son ladrillos precisamente, son valores, son libros. Me regocijo pensando en un futuro, cuando yo no esté en este mundo, mi hija mirará esos libros y dirá que qué divertido, que experiencia más bonita con mi padre. Ha sido divertido, de riñas, de desacuerdos, de “papá, ya no vuelvo a dibujar contigo”, “papá, no quiero que mis dibujos estén en los coles porque me da vergüenza” “papá estás ridículo con ese traje de rana”. Ha sido divertido.

–Ha comentado que el mejor legado es lograr la igualdad plena y cero asesinatos machistas.

–Totalmente. Eso siempre lo recalco. La igualdad plena es la base que articula una convivencia en paz, sin violencia de género. Pero la igualdad plena, absoluta, no la igualdad que prima ahora que es una igualdad que se intenta pero no es una igualdad real. Hay mucha desigualdad todavía. El mejor legado que le puedo dejar a mis hijas como escritor es que viva en un mundo de igualdad plena.

–En algún momento se ha definido como la voz silenciosa de las víctimas.

–Soy la voz silenciosa porque escribo desde el corazón, desde mi propia experiencia. Fui víctima de violencia de género. Tenía 7 años cuando sufrí la primera crisis de ansiedad en un episodio de violencia de género en mi casa. Recuerdo ese día perfectamente. Recuerdo esos temblores que no podían parar y recuerdo a mi madre abrazarme. Por eso soy la voz silenciosa. Intento serlo de la mejor manera que puedo, escribiendo sobre violencia, cuando puedo escribir sobre violencia. Escribiendo sobre violencia en mis cuentos infantiles, de verdad, que escribo de violencia de género. En mi último libro infantil, uno de los cuentos habla sobre violencia de genero.

–¿Cómo percibe un niño esa violencia en el entorno del aula?

–El niño lo que asimila no es la violencia en sí, porque yo lo explico de manera sutil, no explico esa violencia extrema que yo he presenciado. Lo fundamento con un cuento y que el final de esa violencia se consigue con la igualdad plena. En uno de los cuentos que leo, “Cacahuete dice no a la violencia”, en el mundo de los ratones, los ratones son iguales a las ratonas, y las ratonas iguales que los ratones, iguales que los ratones amarillos, rojos, negros y blancos. En ese mundo no hay violencia porque hay igualdad plena. Intento inculcar a los pequeños, como con mi hija, esos valores. Lo primero que intenté fue inculcar esos valores a mi hija y no pretendía que esto aflorara y fuera de colegio en colegio. Eso es un sueño, ahora mismo alcanzado, pero no es lo que suele ocurrir habitualmente. Uno escribe para sí, escribía para mi hija. La niña y el niño asumen la igualdad. Si en el mundo de los ratones hay una igualdad plena y no hay violencia ¿por qué en nuestro mundo no puede haber igualdad plena y fin de violencia?

Espero que en el medio rural se entienda y se reciba bien el mensaje de la igualdad para parar la violencia de género contra las mujeres.

decoration

–¿Y cómo se conciencia contra violencia en un aula?

–Con un cuento. Son dos hermanos, ratón y ratona, que son iguales en todo. El ratón se queda en el pueblo estudiando y la ratona quiere ir a la ciudad a vivir experiencias. Decide dormir en un cajón en la casa de unos humanos y presencia un encontronazo entre un chico y una chica. Se asusta y se oculta. Cierra los ojos y lo que escucha son unos rotativos y unas luces azules. Lo siguiente que recuerda es a la víctima, la chica, despertándola y diciéndoles “han venido unos señores de uniforme que cuidan y protegen a las víctimas”. Hay que darse cuenta de una cosa, esos señores con independencia del uniforme que sea, están ahí cuidando, protegiendo y desviviéndose por las víctimas. Yo lo he visto. Eso es lo que le dice la víctima a la ratona. Y se han llevado al agresor que no está de acuerdo en que haya una igualdad plena.

–¿Cuándo escucha que hay muchas denuncias falsas de violencia de género?

–Sí. Sí hay violencia de género. El ser humano a veces miente y puede ocurrir que un 0.0001%. Hay mujeres que también son violentas con sus parejas. Sí. Es violencia en sí. pero hay que distinguir la violencia del hombre hacia la mujer por el simple hecho de ser mujer, porque prevalece la superioridad de ese señor que se considera superior a la mujer. Esa es la violencia de género. El resto es violencia doméstica, que también es violencia y está también castigada como tal. Tiene otro concepto, tiene otro nombre.

–La violencia de género tiene parámetros comunes da igual el lugar en el que esté.

–Da igual el sitio en el que estés. La violencia de género es una lacra a erradicar con igualdad, con educación en igualdad plena. Que yo no me tenga que preguntar que tú eres una chica y yo soy un chico. Educo a mis hijas por ese camino de igualdad plena.

–¿Llegaremos a la igualdad plena?

–Espero que sí. Yo tengo tres hijas y quiero verlo y lo estoy peleando día a día.

–¿La igualdad en sentido amplio también llegará al medio rural?

–Tendría que llegar. Hay que ir a los colegios porque ahí está el futuro. No. Ahí está el presente. Los niños no son el futuro, son el presenten. Son esponjas, lo que escuchen y vean es lo que van a hacer de mayores. Hay que fomentar la igualdad absoluta y plena y en mis cuentos los seguiré predicando. Espero que en el medio rural se entienda y se reciba bien el mensaje de la igualdad para parar la violencia de género contra las mujeres.

Compartir el artículo

stats