La Opinión de Zamora

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La subida del pienso y la energía acaba con la mitad de las granjas de conejos de Zamora

El sector cunícola se enfrenta a una crisis sin precedentes, incluso las explotaciones que luchan por sobrevivir pierden dinero muchos meses

Conejos en una granja de la provincia de Zamora. | Emilio Fraile

El sector cunícola se enfrenta a una crisis sin precedentes debido al incremento de los costes de producción que ya ha acabado con el 54% de las granjas de conejos que había en España. En 2021 los datos oficiales del REGA recogían un censo de 3.355 explotaciones cunícola, y en 2022 esa cifra se ha reducido a 1.550.

El encarecimiento de la electricidad, el combustible y los piensos ahogan a los ganaderos de conejos, los que no han cerrado trabajan sin obtener beneficios e incluso, en algunos casos, perdiendo dinero por cada conejo que crían.

En este contexto, las granjas que permanecen abiertas no pueden asumir toda la producción de las que desaparecen, como sucede en otros sectores que se concentran en explotaciones más grandes. Así lo demuestra el hecho de que en los cinco últimos años la producción total de carne de conejo en España ha descendido 23,4%.

Una de las granjas cunícolas que aguantan el temporal en la provincia de Zamora está en Benegiles. Su ganadera, María Jesús Álvarez, cuenta que el precio del pienso para conejos se ha encarecido en más de un 100% en solo un año, “de 220 euros por tonelada en 2021 a los 448 euros actuales”, asegura. Los conejos necesitan un preparado específico, que no solo incluye cereales sino también frutos y brotes de verdura, por lo que los criadores pequeños y medianos no pueden recurrir a la producción propia, como se hace en el vacuno o el ovino.

Otro “agujero” está en la electricidad, la granja requiere de ventilación mecánica continuamente, sobre todo en verano, para mantener la salubridad y una temperatura benigna para los animales; las facturas que paga esta explotación de Benegiles son hasta cuatro veces más caras que las del pasado año. En invierno, además, los conejos necesitan calefacción para sobrevivir, la de esta ganadería funciona con gasoil, que también se ha encarecido, y en otras naves utilizan gas, pero ambos combustibles han visto su precio disparado desde febrero.

Mientras tanto, el precio que percibe por sus conejos apenas se ha incrementado un 10% respecto al año pasado. Está ligeramente por encima de los dos euros el kilogramo.

“A pesar de todo, se podría decir que tenemos suerte en comparación con otra gente del sector, porque no tenemos que pagar empleados, llevamos la explotación entre mi marido y yo, pero muchos meses trabajamos sin sacar nada, solo para cubrir costes. El que a mayores tenga que pagar un crédito, está perdido”, sentencia la ganadera zamorana.

Un ejemplar de conejo en una explotación cunícola. | COAG

En esa situación están muchos ganaderos jóvenes, tal y como advierte Lorenzo Rivera, secretario general de Castilla y León. “Muchos nuevos ganaderos optaron en los últimos años por el conejo, el pollo o el pavo, porque no tienen base territorial”, es decir que no necesitan terrenos que cultivar para mantener su explotación. Para incorporarse a la actividad en la mayoría de los casos estos jóvenes “se han endeudado para montar las granjas, a menudo para 15 años o más”, advierte el líder agrario.

La inflación está afectando a todos los sectores agrarios, pero el cunícola lo sufre especialmente porque ya arrastraba problemas antes de la crisis energética. “Somos conscientes de que todos los sectores están sufriendo la crisis, pero somos un sector muy debilitado desde hace años, no podemos repercutir todo el incremento de costes en el precio final y eso nos ha llevado a economías muy débiles y de subsistencia. La situación es dramática en muchos casos, granjas llenas de conejos que tienen que cerrar porque no pueden pagar las facturas de electricidad y gas”, ha lamentado José Luis Santaclara, responsable del sector cunícola de COAG.

Ante esta situación, desde esta organización agraria se reclama al Ministerio de Agricultura y las comunidades autónomas un plan de rescate urgente para los ganaderos del sector cunícola que recoja, entre otras medidas, una moratoria en el pago de las facturas de energía y de las deudas, reducciones fiscales para amortiguar el coste del gas y de la electricidad, y un ambicioso paquete de ayudas directas que inyecten liquidez en las explotaciones cunícolas para poder afrontar el pago a proveedores., ya que las líneas de ayudas por el impacto de la guerra de Ucrania no han sido suficientes.

Por último, la organización agraria pide que la AICA refuerce las inspecciones para asegurar que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria ya que, según COAG, se en la última semana se están pagando precios de unos 2,55 euros el kilo, por debajo de los costes de producción, que se sitúan en torno a los 2,75 euros el kilo.

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