La Opinión de Zamora

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Las buenas prácticas en la micología

La lluvia da paso a la campaña en la que se debe respetar la recogida y la comercialización de las especies

Ejemplares de boletus recogidos en Aliste. | Ch. S.

La Raya de España y Portugal, uno de los grandes paraísos micológicos de la Península Ibérica, abre las puertas a la esperanza de la fructificación de las setas silvestres gracias a las intensas lluvias caídas a lo largo de estos los últimos días. Los hongos constituyen “Una parte esencial del patrimonio natural y en consecuencia su biodiversidad debe ser adecuadamente conservada”.

Autoridades y vecinos hacen un llamamiento “al uso de las buenas prácticas para preservar un bien de todos y para todos”. La Junta de Castilla y León tiene una normativa que regula el recurso micológico en nuestros pueblos y campos. No todo vale a la hora de salir a recoger setas. Un ecosistema rico en biodiversidad y es obligación de todos su preservación. Los hongos constituyen un grupo de organismos clasificados en un reino biológico distinto de los que albergan a las plantas y los animales: el Reino Fungi, cuyos representantes son susceptibles de múltiples campos de aprovechamiento para el ser humano, talles como el sanitario, agrario y culinario.

Para hacernos una idea del valor de la actividad económica, actual y potencial, de los aprovechamientos micológicos en la región, el Programa de Movilización de los Recursos Forestales de Castilla y León 2014-2022, llegó a estimar la producción primaria en 14 millones de euros a lo que habría que sumar otros 26 millones de producción industrial (transformación de las setas).

Los micelios ocultos a la vista desempeñan un papel ecológico relevante, especialmente en aquellos hongos que forman con las raíces de numerosas especies vegetales, a menudo arbóreas, unas estructuras duales de tipo simbiótico, denominadas micorrizas, que facilitan a la planta la asimilación de nutrientes.

Muchos de los hongos productores de setas “favorecen el desarrollo de nuestros bosques”, desde los más apreciados a nivel comercial como es el caso del Boletus edulis, Amanita caesarea y Lactarius deliciosus, hasta especies tóxicas caso del Boletus de satanás e incluso mortales como la Amanita phaloides.

Prácticas prohibidas

La primera prohibición en la recolección de setas silvestres se centra en “La remoción del suelo de forma que se altere la capa vegetal superficial o se levante el mantillo, ya sea manualmente o mediante cualquier herramienta, salvo si es el caso de la recolección de trufas u otros hongos hipogeos, en el cual se podrá usar el machete trufero o instrumento de hoja recta equivalente”.

Entre las herramientas prohibidas están (utilización y porte), las hoces, rastrillos, escardillos, azadas y otras análogas. El movimiento de suelos es habitual en los pinares: los níscalos nacen bajo las hojas caídas. Las únicas herramientas de corte autorizadas son cuchillos, navajas y tijeras, en todos los casos con unas hojas inferiores a 11 centímetros.

Está prohibida la recolección y su transporte en cubos y bolsas de plástico. Los sistemas y recipientes usados en el monte deberán ser rígidos, semirrigidos y porosos por todos sus lados, de modo que permitan su aireación y la caída al exterior de las esporas. Una buena alternativa y legal son las antiguas cestas alistanas de mimbre de la vendimia.

El aprovechamiento será siempre dentro de los límites de su conservación y mejora, de modo que esté garantizada su persistencia y capacidad de renovación: no se puede recolectar por la noche, del ocaso hasta el otro.

Los tamaños sí importan

En cuanto a los tamaños mínimos del diámetro del sombrero o parte más ancha de una seta silvestre, a partir de la cual se permite su recolección, la medida con carácter general esta establecida en 4 centímetros.

Hay excepciones. La Amanita caesarea, manjar de los montes alistanos, solo es recolectable con la volva completamente abierta y su anillo roto. La Macrolepiota procera solo se puede recolectar con el sombrero extendido. En ambos casos está prohibida su recolección y comercialización cerrada o en huevo, independientemente de su tamaño.

En el caso de la Senderuela (Marasmius oreades) el tamaño mínimo está establecido en 2 centímetros, aplicable también a las especies del genero Helvella; para los Perrechicos (Calocybe gambosa) el mínimo es de 3 centímetros (se recomienda no recogerlas por debajo de los 4 para favorecer su incremento).

Comercialización

Una de las cosas que más dudas genera es la comercialización y el transporte de las setas para su alimentario y por ello existen unos principios básicos de obligado cumplimiento para evitar trágicos sucesos.

La operaciones de compraventa de setas entre recolectores y otros operadores, de realizarse fuera de un establecimiento comercial permanente (plantas micológicas) tendrán la consideración de comercio ambulante o no sedentario y corresponde determinar el régimen de autorización a los ayuntamientos.

En Centro de Interpretación de las Especies Micológicas de Rabanales ha reabierto sus puertas, hasta el día 10 de diciembre, de martes a domingo, entre las 10 y las 14 horas.

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En el transporte de las setas con destino a su comercialización han de cumplirse los requisitos sanitarios establecidos. Los recolectores que transporten una cantidad superior a 10 kilos, deben poseer (portar) el permiso de recolección (si fueron obtenidas en acotados) y si han sido recolectadas en otro terreno, la documentación acreditativa de la titularidad micológica del mismo o autorización de su titular micológico. Se excepcionará de estos requerimientos a las recogidas sobre terrenos que no tengan la consideración legal de monte.

Esta prohibido el suministro directo de setas silvestres desde el recolector primario al consumidor final, salvo cuando una administración pública haya establecido un servicio en el que personal facultativo con formación micológica, que se identifique, garantice la identificación de las setas objeto de la venta.

El suministro directo por parte del recolector a establecimientos locales de comercio al por menor que abastecen al consumidor final, incluidos los restaurantes, podrá ser únicamente realizado en pequeñas cantidades.

La recogida se hará siempre de una manera coordinada y compatible con otros usos. Con carácter general no está permitida la recolección allí donde se estén llevando a cabo aprovechamientos maderables o leñosos o zonas donde trabaje maquinaria y en las zonas y horas señaladas para la realización de cacerías colectivas autorizadas. En “Ausencia de una regulación especifica o de criterio en contra del titular del predio, de forma subsidiaria prevalecerá cualquier uso o aprovechamiento autorizado frente a la recolección de setas silvestres”.

Aliste cuentan con 6 cotos micológicos: Figueruela, Samir, Fonfría, Rábano, Alcañices y Mahide (29 pueblos). Dentro del Parque Micológico “Montes de Noroeste Zamorano” están integrados los municipios de Viñas, Trabazos, San Vitero, Riofrío y Ferreruela (22 pueblos).

En Centro de Interpretación de las Especies Micológicas de Rabanales ha reabierto sus puertas, hasta el día 10 de diciembre, de martes a domingo, entre las 10 y las 14 horas.

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