La Junta apuesta por invertir el minifundismo y por las ayudas a las explotaciones forestales para aumentar la rentabilidad de los montes privados según ha manifestado el consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante el I Congreso Nacional de la Propiedad Forestal Privada celebrado ayer en Valladolid.

Castilla y León cuenta con la mayor superficie forestal de España (4.838.441 hectáreas), con un porcentaje territorial superior a la media europea y mundial, que representa el 51 % del territorio, y una estructura de la propiedad forestal (cerca de 720.000 propietarios forestales) repartida casi a partes iguales entre titulares públicos (55 %) y privados (45 %).

Este territorio se distribuye en cuatro tipos de montes: los montes de utilidad pública (MUP) y contratados, que gestiona la Junta, a través de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio: unos 2 millones de hectáreas; los montes patrimoniales de las entidades locales: 700.000 hectáreas; las fincas particulares de cierta extensión (más de 25 ha/propietario): 1,2 millones de hectáreas, y el minifundio forestal (titulares que tienen menos de 25 ha): 1,1 millones de hectáreas.

La Junta de Castilla y León (el mayor propietario de la Comunidad con más de 90.000 hectáreas) gestiona el 40 % de los terrenos forestales, del que se logran las tres cuartas partes de la producción, riqueza y empleo total vinculados a este sector. “A través del Programa de Movilización de Recursos Forestales -señala el consejero-, cuya revisión está prevista en esta legislatura, pretendemos dinamizar el 60 % restante, propiedad de entidades locales y de titularidad privada a través de una gestión adecuada y económicamente viable”.

Principal debilidad

El consejero ha recordado que una de las principales debilidades del sector forestal de la Comunidad (común al conjunto del sector forestal nacional y europeo) es el minifundismo (cerca de 720.000 propietarios forestales en Castilla y León, con una superficie media de 6,73 ha por titular).

Para conseguirlo, el consejero considera necesario que los propietarios forestales acepten integrarse en sociedades de tipo cooperativo y fusionar sus propiedades en una sola de la que serían copropietarios, señalando experiencias piloto en marcha en los términos municipales de Nieva y Aguilafuente, en la provincia de Segovia.

Medidas de apoyo

Para ayudar en la solución de esos problemas, la Junta de Castilla y León ha mejorado las líneas de ayudas forestales en el marco del Programa de Desarrollo Rural: incorporando una línea para las plantaciones productivas (como las truferas, las maderas nobles o el pino piñonero); incrementando la dotación de la línea de ayudas a la ganadería extensiva, mediante desbroces de matorrales -fundamental para la prevención de incendios y que contribuye de manera importante a la integración del uso pastoral en la Gestión Forestal Sostenible.

A este respecto, el pasado mes de agosto, ante el elevado número de solicitudes recibidas, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha incrementado la línea de ayudas para tratamientos preventivos de incendios de 30 a 41 millones de euros y la de mejoras a la ganadería extensiva mediante planes silvopastorales, de 20 a 27 millones de euros.

Asimismo, Suárez-Quiñones ha señalado que “tenemos que conseguir equilibrar la aportación a la producción regional de nuestros montes, sean públicos o privados, ya que, aunque los montes públicos representan alrededor del 40 % de la superficie arbolada de Castilla y León, aportan más del 75 % de la producción forestal regional, en la mayoría de los recursos. Evidentemente hay razones que lo explican, pero también es cierto que hay un gran margen de movilización en los montes privados y os animamos a intervenir”.