La Opinión de Zamora

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Víctor Domínguez, bombero herido en los incendios de Zamora: “Atravesé el fuego para poder salvar mi vida”

Víctor Domínguez, uno de los bomberos heridos en los incendios de este verano en Zamora, relata cómo la vida le cambió en segundos

Un bombero forestal lucha contra un incendio el pasado mes de junio en Zamora. | Emilio FrailE

“Estaba rodeado de fuego por todas partes, decidí contener la respiración y saltar a través de las llamas, sabiendo que me iba a quemar, pero tenía que salir de ahí”. Este es el estremecedor testimonio de Víctor Domínguez, uno de los heridos graves en los incendios del pasado verano en Zamora.

Este zamorano era manguerista en una cuadrilla Charlie y el 18 de julio estaba luchando contra el fuego entre Villaseco del Pan y Almaraz de Duero, cuando toda la atención mediática y casi todos los medios materiales y humanos estaban focalizados un poco más al norte, en el fatídico incendio de Losacio. Donde trabajaba Víctor solo estaban él y otro compañero más intentando que las llamas no alcanzasen A una nave llena de forraje.

Todo se complicó en cosa de segundos, hay un cambio de viento, pestañeas, y de repente tienes el fuego encima de ti. Emprendimos la retirada, pero nos comió el incendio, no se veía nada. Mi compañero llegó al camión un instante antes y a mi ya me tocó saltar el fuego para llegar hasta él. Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos”, rememora Víctor en su casa, en un pueblo de la comarca de Aliste, tres meses después de lo ocurrido. Todas las mañanas va a rehabilitación para recuperar la fuerza y la movilidad que el fuego le robó, pero al menos está en su casa, en su pueblo, otros tuvieron peor suerte que él. Los incendios han arrebatado tres vidas este verano en Zamora.

Antes de llegar al camión, Víctor ya sabía que el fuego había atravesado el traje ignífugo “porque lo notaba en las piernas”. Cuando se subió al vehículo, su compañero de cuadrilla le confirmó lo que ya sabía: “te has quemado, tenemos que llevarte al hospital”.

"Al principio la adrenalina te anula el dolor casi por completo, pero podía verme trozos de piel colgando"

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Salir de allí con el camión tampoco fue fácil: “tuvimos que volver a esquivar el incendio, si el fuego llega a alcanzar el camión, no la contamos”, advierte el bombero forestal. En el recorrido de 20 kilómetros hasta el Hospital Virgen de la Concha fue tomando conciencia del destrozo que le había provocado el fuego: “Al principio la adrenalina te anula el dolor casi por completo, pero notaba el olor a quemado, y hasta podía verme trozos de piel de la cara colgando”. La sensación fue empeorando por minutos, “entrando en Zamora pensé que me iba a desmayar del dolor antes de entrar al hospital”.

Nada más entrar en la Sala de Urgencias le metieron en una UVI móvil que salió hacia el Getafe, a la Unidad de Grandes Quemados del Hospital Universitario. En ese edificio Víctor vivió lo que describe como “los peores días de mi vida”. Pasó un mes allí en el que los médicos le salvaron la vida, pero recuerda esos días con amargura: “fue un proceso muy doloroso”.

El superviviente del incendio recuerda que pasaba la mayor parte del tiempo dormido, “pero cada dos días tocaban las curas y esa era la peor parte, cuando me quitaban las vendas y me las volvían a poner”.

"Quería salir del hospital a tiempo para ver nacer a mi hija, y lo conseguí"

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La soledad y la falta de movilidad también hacían mella en su estado de ánimo. Estuvo un mes hospitalizado, pero asegura que “hasta después de la primera semana allí no me di cuenta de que tenía que cambiar el chip y salir adelante”. Había una cosa que le animaba a luchar por su vida, por salir del hospital y volver a casa cuanto antes: “quería llegar a tiempo para ver nacer a mi primera hija”.

Lo consiguió. “Jara vino el 27 de agosto, y yo pude estar allí”. El nombre de su hija refleja lo mucho que le gusta el monte al padre, un alistano de pura cepa que se dedicaba a apagar incendios por vocación: “yo dejé un empleo fijo para hacer mi primera campaña hace cuatro años, pero no es un trabajo bien pagado porque te puedes pasar seis meses en el paro”. Por eso, Víctor reivindica “más personal en las cuadrillas y mejores condiciones para que apagar incendios sea más fácil”.

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