Un cura, Pedro Juan Martínez Serrano, y un misionero, Diego Romera Fernández (llegan como una comunidad misionera parroquial), ambos naturales de la región de Murcia y franciscanos, se hicieron cargo a lo largo del pasado fin de semana de la Unidad de Acción Pastoral de Valer de Aliste, de la que se despedía el sacerdote de orígenes alistanos Pedro Faúndez Mayo.
La Unidad de Acción Pastoral integra a las parroquias de “Santa Eulalia de Mérida” (Valer), “San Mamés” (Bercianos), “San Miguel Arcángel” (Fradellos), “San Pedro” (Gallegos del Río), San Bartolomé” (Puercas), “Virgen de la Asunción” (Flores) y “San Justo y Pastor” (Domez).
Desde hace varios años viene prestando apoyo en Valer de Aliste el cura Pedro García González, primero desde Madrid y tras su jubilación desde Valladolid.
Al acto de toma de posesión que tenía lugar en una misa solemne en la iglesia de Santa Eulalia de Mérida de Valer asistieron el arcipreste de Aliste y Alba Fernando Lorenzo Martín y el párroco de San Juan del Rebollar Teo Nieto Vicente, junto a varios religiosos más, así como el alcalde del Ayuntamiento de Gallegos del Río Pascual Blanco Martín y el mayordomo Miguel Rivera Calvo portando la Cruz Parroquial. También estuvieron presentes los tres monaguillos Yago Rivera Fagúndez y Antonio y Alejandra Rivera Rivera, feligreses de las otras parroquias y los celebrantes de la palabra que le ayudaran en su labor pastoral.
Juan Pedro Martínez Serrano, que nació en Almansa (Albacete), Diócesis de Cartagena, sintió la llamada vocacional en el seno del convento de San Francisco de su ciudad. El 22 de septiembre de 1990 se fue al postulado de Orihuela y de allí a Lorca para hacer el noviciado. Un año más tarde recalaba en el estudiantado de Santa Catalina del Monte (Murcia) de donde pasaba de nuevo a Orihuela, hasta que le destinaron a Albacete. Durante su estancia allí tenía lugar su ordenación sacerdotal, en su pueblo, Almansa, el día 9 de julio de 2000. Poco tiempo después era enviado al colegio Franciscano de Cartagena y unos años mas tarde fue nombrado párroco de Nuestra Señora de la Paz de Murcia.
En el clero secular, fue párroco de Sangonera la Seca, tiempo en el que colaboró como Capellán de los Maristas en la sede de Fuensanta, recalando luego en San José de Yecla y en Murcia.
El día 2 de febrero de 2018 presentó en la Pontificia Universidad Antonianum de Roma su tesis doctoral sobre Edith Stein, desarrollada durante cinco años, donde obtuvo una calificación summa cum laude.
Su tesis asegura el propio autor se puede llevar al día a día de un cristiano “cayendo en la cuenta de que nuestra vida es mucho más rica de lo que a simple vista se ve, así como descubrir cómo la razón divina está dentro de la razón humana”.
En su nueva misión en Aliste a Juan Pedro Martínez Serrano le acompaña el Padre Diego Romera Fernández, nacido en 1968 en la población murciana de Cehegín, ingresó en el Monasterio de Huerta (Murcia) en 2012 y ya en 2014 inicio el proceso de transitus desde la Orden de San Francisco, siendo ya sacerdote. El 18 de agosto de 2018, solemnidad de la Asunción de la Virgen María, hizo profesión solemne en el Monasterio de Huerta.
Pedro Juan Martínez Serrano se hará cargo así mismo de la parroquia de San Mamés de Bercianos de Aliste por lo cual pasará ser el nuevo capellán de la hermandad penitencial del “Santo Entierro” que desde el pasado día uno de septiembre está presidida por Juan Lorenzo Blanco.
La primera toma de contacto con los cofrades y feligreses de Bercianos tenía lugar coincidiendo con la celebración de la festividad en honor a San Cosme y San Damian donde el oficiante fue el nuevo misionero Diego Romera Fernández. Se trata esta de la única fiesta con procesión de la Diócesis de Zamora donde los santos, en este caso Cosme y Damian, no son llevados en “carros” o andas sino que son portados a hombros (al “cuello) por los hombres de la parroquia de San Mamés.
Valer de Aliste ha tenido entre sus últimos párrocos, desde 1960, a Antonio Campos, natural de Losacio, Bernardo Pérez Fernández de Muelas, Jesús Calvo Prieto de Palacios del Pan, Antonio Pilo Pordomingo, Fernando Felipe Rosón Giménez, Manuel Iglesias Martín, Fernando Lorenzo Martín de Toro y Pedro Faúndez Mayo de Alcorcillo.
Fue Valer en el siglo XX cuna de misioneros claretianos que desarrollaron su labor evangélica y humanitaria por lugares de África, América Latina (Cuba, Panamá y Bolivia) y Filipinas. Entre ellos los hermanos Sanabria vinculados durante muchos años a la dirección y gestión del colegio Corazón de María de Zamora.
La Unidad de Acción Pastoral de Valer daba su adiós a uno de los curas más queridos en los últimos años en Aliste, Pedro Faúndez Mayo, originario de Alcorcillo, que en solamente un año de labor sacerdotal se ganó el respeto y el cariño no solo de sus feligreses sino de todos los vecinos y emigrantes por su talante abierto, sincero y sencillo.
Ordenado sacerdote el día 17 de junio de 2017 por el obispo Casimiro López Llorente, llegó a Valer de Aliste el día 14 de septiembre de 2021 y ahora pasa a hacerse cargo como párroco de las parroquias de Morales de Toro, Pinilla, Vezdemarbán, Villalonso, Villardondiego y Villavendimio, además de las de Santa María la Mayor, San Jualian de los Caballeros, Santo Tomás Canturiense y Santísima Trinidad de Toro y San Juan Bautista de Tagarabuena donde. Agustín Crespo Casado, que en 2020 y 2021 también estuvo en Valer, será el vicario parroquial.
El arciprestazgo de Aliste y Alba integra a 84 parroquias con 9.743 y ocho sacerdotes en activo (nueve con Diego Romera Fernández), lo que supone que cada cura atiende una media de 1.217,88 feligreses. En una tierra de misioneros, religiosos y religiosas que han desarrollado su labor evangélica y humanitaria por todo el mundo, actualmente sólo queda un párroco alistano, Pablo Cisneros Cisneros, natural de Grisuela, que reside en Fornillos de Aliste.
