A la misma hora en que España, la también espectacular España, iniciaba sus maniobras para erigirse brillantemente, y por cuarta vez, campeona de Europa, en la Plaza Mayor de Corrales del Vino comenzaba una monumental velada flamenca a cargo del inmenso Pedro Cintas al cante, el contundente Antonio García al toque y, los henchidos de compás, Manuel González y Adrián Domínguez a las palmas. Noche redonda donde las haya.
El pacense de La Albuera siempre ha salido victorioso y aclamado de todas sus visitas a Zamora. Escribía en la previa del domingo en La Opinión – El Correo de Zamora, que en el decano Festival de nuestra ciudad, coincidiendo con el mismo José Mercé, el mejor de todos fue Pedro Cintas, sin embargo, mostrando el alto nivel que exhibió ese día, ayer volvió a demostrar que su margen de superación esta fuera de toda duda, subiendo un nuevo peldaño y convirtiendo la actuación de Corrales en la mejor ejecutada de sus visitas a Zamora. De Antonio cabría decir algo similar, con sus filigranas preñadas de arte al ejecutar sus picados.
Sin duda, noche flamenca para la fecunda historia del universal arte en Zamora, en este caso Corrales del Vino
Abren por tientos coronados por tangos en una generosísima entrega de diversas coplas, como todo lo que vino a continuación, excepción hecha en las seguiriyas, tres y en los fandangos, también tres. Una actuación de hora y media repleta de arte. Saluda al respetable, próximo a las cuatrocientas almas, y dice, lo que todos sabemos: “Volver a Zamora es volver a mi segunda tierra, con tantos amigos de verdad y tantísima afición”
Soleares, la primera de Joaquín, la segunda de Mairena (Recreación que hace a partir de una soleá grabada por el Mochuelo partiendo de La Andonda, en sus dos primeros tercios, en los dos últimos, se inspira en Pastora sobre el cante de Curro Frijones), Roesna, Agustín y Juan Talega, Juanillero y solearilla. De nuevo estruendosa ovación.
Continúan por malagueña de La Trini rematada por dos preciosos verdiales. Profunda riestra de cantiñas de Cádiz con inclusión de las del Pinini.
Seguiriyas, la primera de Manuel Torre, segunda de Paco La Luz y cierre por soberbia toná liviana de Diego Lebrijano. Admirable interpretación. ¡Hay que ver Pedro! lo excelente dominador de tantos cantes alcanzando el clímax con las seguiriyas, pues las de ayer en Corrales volvieron a ser las mejores.
Bulerías de ensueño, con los virtuosos picados de Antonio y las palmas y taconeo de Manuel y Adrián. Abordan muestra esplendorosa por bulerías de todos los colores, incluyendo alboreá por bulerías, canción y cuplé (en concreto el de Lola Montes de Concha Piquer) por ese compás, y bulerías romanceadas. Plaza Mayor de Corrales boca abajo.
Cerraron con tres fandangos, Carbonerillo, El Almendro y Vallejo.
Todo el público puesto de pie, las palmas echaban humo, los artistas saludando y agradeciendo la acogida en varias ocasiones. Sin duda, noche flamenca para la fecunda historia del universal arte en Zamora, en este caso Corrales del Vino.
