La cuarta campaña de actividades arqueológicas en el castro zamorano de “El Castillán” situado en la Sierra de la Culebra, en el término municipal de Ferreras de Arriba, ha alumbrado nuevos hallazgos al constatarse, al menos la presencia de, al menos, dos espacios habitacionales.

La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León ha concluido la actuaciones que forman parte del proyecto TERPAT “Territorio y Patrimonio”, enmarcadas en el Programa Operativo de Cooperación Transfronterizo España-Portugal 2014-2020.

Para llevar a cabo estos trabajos en el yacimiento arqueológico, la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes ha invertido 18.000 euros con el objeto de poner en valor el asentamiento castreño en La Culebra y sirva para potenciar su acceso a la sociedad de la provincia de Zamora y alrededor.

Este yacimiento arqueológico “El Castillán” es uno de los cuatro castros, que existen en la Sierra de la Culebra, cuyas labores han servido para sacar a la luz dos puertas de características singulares, con un modelo constructivo sin parangón hasta la actualidad en el mundo castreño de Castilla y León, de los que se realizarán trabajos fotogramétricos para la obtención de modelos 3D. Asimismo, en la sierra podemos encontrar los castros de: ‘La Lleira’, ‘Peña Valdemera’ y ‘El Castro’. Este último situado en la pequeña serranía que limita por el norte con el núcleo urbano de Ferreras de Arriba.

Acceso y características constructivas de la muralla exterior de "El Castillán" JCyL

Estos trabajos en el castro “El Castillán”, que se han iniciado a mediados del mes de agosto y finalizan en esta primera quincena de septiembre, han confirmado la presencia de al menos dos espacios habitacionales, uno de ellos delimitado internamente mediante agujeros de poste, cuya extensión queda pendiente de confirmar a falta de próximos proyectos una vez ampliado el espacio de excavación abierto hasta la fecha.

Al mismo tiempo, el equipo de trabajo, conformado por graduados en Arqueología e Historia procedentes de Málaga, Huelva, Cuenca, Madrid, Teruel, Zaragoza y Zamora bajo la dirección de Román Rodríguez Calleja, ha ocupado parte de su investigación en los derrumbes y en las acumulaciones de piedras con las que se identifica la defensa externa del castro arqueológico. Mientras que los análisis de luminiscencia en una de las estructuras habitacionales en “El Castillán” han permitido enmarcarlo cronológicamente entre los años 1573 y 719 a.C., es decir, entre finales de la época del Bronce y comienzos de la Primera Edad del Hierro. 

Las importantes acumulaciones de piedras en el enclave arqueológico de “El Castillán”, cuyo número, ubicación y distribución, han ratificado que son producto de una acción intencionada, claramente antrópica. Si bien, dichas actuaciones en una zona inaccesible por la densa vegetación en el paraje han precisado de labores previas como la prospección magnética (2019) o diversos sondeos estratigráficos (2020 y 2021).