Horas después de que vecinos del pueblo sanabrés de Cervantes denunciaran robos en su iglesia, el vandalismo llega ahora a la iglesia de Valdespino, donde esta madrugada se ha producido un intento de robo ante la impotencia de los residentes, que aseguran que en el templo "no queda nada de valor" una vez que se terminan las fiestas de agosto.

Los mangantes, a los que se les achaca la agravante de fuerza en las cosas, intentaron hacer saltar la cerradura sin éxito bien porque se percataron de la presencia de algún vecino colindante o porque desistieron al ver que la maniobra se les resistía. Los vecinos aseguran que los "contados objetos de valor se guardan a buen recaudo" precisamente para evitar que queden en la iglesia y no tentar a los ladrones.

Intranquilidad vecinal

La intranquilidad puso en guardia a varios vecinos que entre la vigilancia y el insomnio se debatieron entre la noche y el alba. Nuevamente el o los asaltantes de templos eligieron una noche de lluvia y tiempo revuelto para profanar templos.

Falta de efectivos de la Guardia Civil

Por otro lado el territorio de Sanabria sufre la falta de efectivos de Guardia Civil en una zona de extensión considerable. La única patrulla disponible era la de Lubián a última hora del martes, a la espera de la entrada en servicio de la patrulla de El Puente. Este intento de robo es un suma y sigue al largo historial de asaltos a las iglesias de la comarca.