La previsión del tiempo vaticina varios días seguidos de tormentas lluviosas, al menos hasta el próximo jueves, y los vecinos de los pueblos de la Sierra de la Culebra temen que el agua arrastre las cenizas que dejaron a su paso los fatídicos incendios de este verano.
De suceder así, el producto de la combustión acabaría en los ríos y charcas, provocando un daño medioambiental aún más grave. Entre otros perjuicios, afectaría a la fauna piscícola, que ya en muchos ríos y arroyos está en jaque por la sequía. También a la fauna superviviente de los incendios, que vería contaminados sus bebederos naturales.
Por otro lado, la contaminación de los ríos con ceniza supondría un problema para los municipios de la Culebra. El agua dejaría de ser potable durante un periodo de tiempo, pero la Diputación Provincial de Zamora y la Junta de Castilla y León se vienen preparando para ese hipotético escenario.
Trámites burocráticos
Tanto la Diputación de Zamora como la Junta de Castilla y León anunciaron tras el primer fuego de La Culebra, el del mes de junio, que comenzaban a trabajar para prepararse ante este hipotético escenario. En los días inmediatamente posteriores al incendio, la institución provincial repartió agua embotellada a varios ayuntamientos, para su uso en caso de dejar de disponer de agua potable en la red de abastecimiento. Además, se han preparado algunas captaciones para esta situación y se han perforado varios sondeos de emergencia en las localidades afectadas.
Sin embargo, las actuaciones hidrológicas forestales “urgentes”, destinadas a contener las cenizas, no se han comenzado a ejecutar, aunque se prevé que comiencen en los próximos días. El presidente del Gobierno las anunció hace casi tres meses, durante su visita a Otero de Bodas, pero solo los trámites administrativos han llevado 11 semanas.
Las obras eran adjudicadas la semana pasada y están pendientes de que comience su ejecución bajo dirección de la Junta de Castilla y León, con financiación del Gobierno de España. La duplicidad de competencias en un “Estado poliédrico” complica todos los trámites burocráticos.
Iniciativa ciudadana
Mientras tanto, el final del verano se acerca y en otoño e invierno se incrementa la probabilidad de precipitaciones, por eso crece la preocupación entre los habitantes de La Culebra.
Por ese motivo, un grupo de vecinos y personas vinculadas a la zona han llevado a cabo parte del trabajo ellos mismos, de manera voluntaria, aportando su granito de arena.
Parte de las pacas de paja donadas en las últimas semanas a la asociación “La Culebra no se calla” eran esparcidas por los montes calcinados del término de Cabañas de Aliste por parte de estos voluntarios, con el objetivo de frenar ese arrastre de cenizas por las lluvias.
Concretamente, se han esparcido 40 paquetes de paja, aproximadamente 14.000 kilos de paja que ahora cubre las cenizas. La intención de la iniciativa es la conservación y el mantenimiento de los montes, de la fauna y de la flora, según informa la asociación “La Culebra no se calla”.
