Un nuevo ataque de lobos al sur del Duero se ha cobrado la vida de al menos ocho ovejas que han apareció muertas en una ganadería extensiva de Villar del Buey. Otras diez presentan mordidas en el cuerpo y probablemente perecerán a lo largo de los próximos días.

El ganadero se pasó la mañana posterior al ataque recogiendo a las supervivientes en un radio de dos kilómetros, ya que las ovejas habían huido de los depredadores. Además, hay varias desaparecidas.

Recoger los cadáveres para su evaluación por los técnicos de Medio Ambiente –que deben certificar si el ataque es de lobos– tampoco fue tarea fácil, pues muchas estaban completamente comidas por los buitres.

Este ganadero, que cría ovejas de raza churra en intensivo, no había sufrido un ataque del lobo en 19 años, pero otros compañeros suyos no corren la misma suerte, ya que estos acontecimientos son cada vez más habituales en Sayago. En la noche anterior al ataque de Villar del Buey se habían registrado otros tres en Luelmo, Pasariegos y Salce.