Los miembros de la asociación "La Culebra no se calla" han llevado a cabo este fin de semana una acción con el fin de ayudar a la recuperación de parte de la zona incendiada y evitar el arrastre de cenizas, que podrían acabar contaminando ríos y acuíferos.

Concretamente, los voluntarios han centrado su acción en la zona de Cabañas de Aliste, donde se han esparcido por los montes calcinados 40 paquetes de paja, aproximadamente 14.000 kilos de paja que ahora cubre las cenizas.

Parte de los paquetes de paja que se esparcieron por el monte. Cedida

La paja procede de donaciones y no era apta para el consumo por el ganado, pero servirá para evitar el arrastre de cenizas.. Además, la labor de esparcirla se ha llevado a cabo por parte de voluntarios, que han prestado sus manos de forma desinteresada.

La intención de la iniciativa es la conservación y el mantenimiento de los montes, de la fauna y de la flora.

Así queda protegido el monte después de la acción de "La Culebra no se calla". Cedida