La empresa Tragsa ha iniciado ya las actuaciones en el embalse de Almendra para garantizar el abastecimiento de agua a los pueblos de Sayago, una vez que se realice la movilización de 400 hectómetros cúbicos de agua hacia Portugal.
La previsión es que la obra, que consiste en la instalación de una plataforma flotante en la vena del río Tormes (a mayor profundidad de la actual captación) y estación provisional de bombeo con una conexión de 700 metros de tuberías a la red de abastecimiento de Sayagua, esté concluida esta semana y el día 12 de septiembre comience la captación de agua a través de la instalación provisional.
Así lo confirmaba ayer el presidente de la Mancomunidad, Carlos Vega, quien está siguiendo de cerca los trabajos que realiza el Ministerio de Transición Ecológica al pie del embalse, en el término de Carbellino.
El técnico de la Mancomunidad también colabora con los de la Confederación Hidrográfica del Duero para “adaptar el equipo informático a la programación de las bombas y de todo el sistema que se va a poner en marcha”. Todo ello con el objetivo de asegurar el abastecimiento normal a los 12.000 usuarios de la comarca de Sayago. Se espera que con esta toma más profunda incluso mejore la calidad del agua.
Camiones y excavadoras trabajan en la zona, donde también se ha desplazado una lancha neumática y se trasladarán todos los equipos necesarios de bombeo e instalaciones auxiliares mientras dure esta situación provisional de emergencia. Para ello se ha habilitado un camino de acceso que es una prolongación del existente y llegará hasta la margen del embalse.
La intervención de urgencia declarada por el Gobierno de España tiene su motivo en la necesidad de cumplir con el desembalse antes del 30 de septiembre, fecha en la que finaliza el año hidrológico.
El convenio de Albufeira, que regula la gestión de las aguas de la demarcación hidrográfica internacional del Duero, fija un régimen de caudales de obligado cumplimiento, en especial en un año como el presente en el que la situación de sequía en la parte portuguesa del Duero es “severa”.
Los trabajos de emergencia, que asume íntegramente el Ministerio de Transición Ecológica con un coste de 1.650.000 euros, consisten en la adaptación de una toma provisional que ofrezca el suministro de agua desde el pantano cuando la cota baje de 692. Eso ocurrirá en cuanto se inicie el trasvase de reservas del embalse, cuya cota actual es de 693,56 y el volumen de agua embalsada alcanza los 878,51 hectómetros cúbicos, según los datos a tiempo real ofrecidos ayer por el sistema automático de información del Duero.
El trasvase de 400 hectómetros cúbicos supondrá una bajada del nivel de aproximadamente 20 metros en un embalse que actualmente está al 33% de su capacidad. “Esto se queda en un desierto” expresa el alcalde de Carbellino, Benito Sánchez Piorno, al pie de las obras al margen del pantano. “A nosotros nos hace polvo porque esto se va a quedar prácticamente en el cauce (del Tormes), a ver cómo baja ahora el ganado a beber”.
Un paisaje inédito
La previsión es que este sistema de emergencia funcione durante seis meses, tiempo en el que se espera que el embalse vuelva a recuperar el nivel suficiente para la puesta en marcha de la toma normal de la Mancomunidad Sayagua. Aunque ya se ha advertido a los alcaldes que dependerá de las circunstancias meteorológicas e hidrológicas del próximo otoño e invierno.
Entre tanto, el paisaje en torno al embalse cambiará por completo. “Se van a ver cosas que nunca se han visto” asegura el veterano alcalde de Carbellino en relación a las estructuras que aflorarán con el nivel bajo mínimos. Emergerá de nuevo el pueblo de Argusino, sumergido en la gran masa del pantano más grande de Castilla y León (el tercero de España), con una capacidad máxima de 2.628,70 hectómetros cúbicos, lo que supone el 35% de la capacidad de embalse en toda la cuenca del Duero. Ocupa una superficie de 85,789 kilómetros cuadrados en las provincias de Zamora y Salamanca.
