Tal día como hoy, también era viernes, seis años atrás, desaparecía el jubilado alistano Miguel Fernández. Salió de su casa en Gallegos del Campo, donde veraneaba junto a su esposa, para darse el paseo mañanero de todos los días. Nunca volvió. Miguel Fernández tenía 78 años.

Seis años después, su familia sigue buscando respuestas con el permanente recuerdo del padre y el esposo. “Aunque han pasado seis años la incertidumbre sigue ahí. ¿Qué pudo pasar?. Cuando la cabeza empieza a dar vueltas es horrible” se sincera Lucía, la hija de Miguel Fernández.

El caso sigue sin pistas, aunque la Guardia Civil no lo da por cerrado y judicialmente también sigue abierto. “Al final no queda otro remedio que aprender a vivir con ello. La vida continúa pero lo más duro es no poder cerrar el duelo” cuenta Lucía, que no ha dejado de volver al pueblo cada verano con su madre.

A sus 83 años, la mujer de Miguel Fernández es el eslabón más vulnerable. “Tiene mucho tiempo para pensar” reflexiona su hija.

Miguel Fernández. | Cedida por la familia

Hoy será un día complicado para ellas. Como los cumpleaños, las navidades o el Día de los Santos sin un lugar donde depositar unas flores en memoria del familiar desaparecido. Fechas señaladas que ya no son lo mismo desde que el anciano fue visto por última vez aquella mañana del 2 de septiembre de 2016.

“Al final no queda otro remedio que aprender a vivir con ello"

Ni los intensos rastreos de los días posteriores a la desaparición, ni las búsquedas programadas por la Guardia Civil, ni las batidas de cazadores y vecinos voluntarios sirvieron. Miguel desapareció y no se ha encontrado rastro alguno de él. “Encima son pueblos con personas muy mayores, apenas hay gente, nadie patea ya el monte ni sale a pasear” cuenta Lucía sobre lo complicado que se hace el hallazgo de cualquier pista o indicio que explique lo ocurrido.

Seis años después, el caso de Miguel Fernández es un completo misterio, alimentado además por una segunda desaparición en el mismo municipio de Figueruela de Arriba, al que pertenece Gallegos del Campo.

José Antonio C. C. tenía 72 años cuando fue visto por última vez el 30 de abril de 2021 en las inmediaciones de su casa de Figueruela de Arriba. Todos los esfuerzos y medios desplegados para su localización han sido vanos, hasta el momento.

Miguel y José Antonio forman parte de la larga lista de personas desaparecidas en España. Una situación que no sabe de edades ni condición. “Nunca sabes que existe esto hasta que te pasa” explica Lucía sobre el brutal golpe que sufren las familias. “Lo peor de todo es la incertidumbre, la eterna pregunta ¿qué habrá pasado?”. En ese casos son ya 6 años sin respuesta.