Son las fiestas del pueblo, hay mucha gente y necesitas llamar por teléfono porque has perdido de vista a tus amigos o familiares, pero no tienes cobertura, ni la tiene la persona de al lado o en el bar más cercano, lo único que suena es “apagado o fuera de cobertura”.
Los vecinos de Fermoselle apenas pudieron recibir llamadas o ver la televisión, durante el fin de semana, a consecuencia de la caída de red telefónica y de televisión. La compañía más afectada fue Orange, pues aquellos que tenían Movistar no tuvieron problemas telefónicos.
Que la caída se haya producido en plenas fiestas de San Agustín no es una coincidencia, pues la población este mes ha llegado a duplicarse. “En Fermoselle hay en torno a 1200 habitantes y ahora mismo tenemos a casi 3000 personas en el pueblo”, calculó el alcalde de Fermoselle, José Manuel Pilo.
No obstante, también hay que tener en cuenta la gran cantidad de foráneos que han ido a disfrutar de los encierros tradicionales o de los conciertos u otras actividades culturales programadas. “Viene gente de la frontera con Portugal o del noroeste de Salamanca”, añadió Pilo.
El no tener señal también afectaba a la hostelería u otros sectores que no podían trabajar con normalidad
El sábado por la tarde, los fermosellanos comenzaron a quedarse sin cobertura y, simultáneamente, sin señal de televisión. En plenas fiestas, estar incomunicado no es moco de pavo, por ello, el Ayuntamiento de Fermoselle reportó incidencias a la Dirección General de Telecomunicaciones, inmediatamente, para evitar algún incidente grave.
Tampoco tuvieron suerte el domingo, ni el lunes, lo que obligó a muchos de los vecinos a seguir insistiendo ante sus compañías telefónicas. Los días sin cobertura aumentaban y con ellos, la indignación, pues el no tener señal también afectaba a la hostelería u otros sectores que no podían trabajar con normalidad.
Gracias a la insistencia, tanto de los vecinos como del Ayuntamiento, han conseguido restablecer la señal hoy por la tarde, para la tranquilidad de todos los habitantes del pueblo.
Fermoselle se une a las decenas de pueblos, de la provincia de Zamora, que sufren problemas de conexión y de cobertura. En un mundo donde todo está conectado, vivir “apagado o fuera de cobertura” significa una desconexión con el resto de la sociedad.
