El arquitecto José Ramos Illán falleció ayer a los 83 años, deceso que ha sobrecogido a la localidad de Moraleja del Vino, del que era natural y gran benefactor.

Ramos Illán fue el menor de seis hermanos en una familia de panaderos, profesión que él mismo tenía y a la que estaba predestinado, según habría confesado varias veces. Sin embargo, el joven estudiante se trasladaría poco después a Zamora tras conseguir ayuda para estudiar el Bachillerato y Magisterio.

Fue a base de esfuerzo y becas que Ramos Illán continuó con estudios de aparejador, luego opositó a Hacienda y finalmente se graduó en Arquitectura, formación que le permitió al Cuerpo de Arquitectos de la Hacienda Pública.

El “eterno” subdirector general de Patrimonio del Estado señalaba como la “gran fortuna” de su vida la posibilidad de haber dirigido el “más gigantesco programa de construcciones oficiales tras la aprobación de la Constitución del 78”, según contó a este periódico en una entrevista en 2020.

Moraleja recuerda a uno de sus hijos más queridos que logró mejorar la vida de los vecinos y cuya huella puede verse en su urbanismo, del que fue benefactor, tarea que lo hizo “feliz”.