Los jóvenes cogieron el capote del tradicional encierro urbano de Bermillo. No obstante, el evento taurino se hizo de rogar, al sufrir un ligero retraso debido a las altas temperaturas.
El calor marcó sin duda todo el festejo de calle, afectando al desempeño de los toros, cuya bravura y fuerzas se vieron mermadas por la canícula según pasaba el tiempo, lo que no impidió a los aficionados taurinos de Sayago disfrutar del evento.
Entre saltos y volteretas, los asistentes se animaron a entrar al ruedo sin miedo para impresionar al público con sus carreras, requiebros y algún improvisado capotazo de chaqueta.
Las fiestas se acabarán hoy con una cena de convivencia.