La Opinión de Zamora

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Laurentino Peláez Lorenzo Alcalde de La Torre de Aliste y concejal en el Ayuntamiento de Mahíde

“El incendio de la Culebra ha sido una tragedia; arrasó parte de nuestra historia”

«La concentración parcelaria es fundamental si queremos que la gente pueda quedarse a vivir en los pueblos alistanos»

Laurentino Peláez Lorenzo Ch. S.

Laurentino Peláez Lorenzo nació en La Torre de Aliste el día 17 de mayo de 1954. Desde junio de 2015 es alcalde pedáneo de su pueblo y concejal del equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Mahíde, uno de los más afectados por el incendio del 15 de junio en la Sierra de la Culebra.

–Nacer en Aliste es un orgullo pero la vida nos obliga a convertirnos en alistanos errantes. ¿Cual ha sido su historia?

–Nací en La Torre, a orillas del río Aliste y siempre lo lleve, lo llevo y lo llevaré con mucho orgullo. Aquí pase la infancia yendo a la escuela y ayudando a la familia en lo que podía. Fui feliz, pero la vida es dura y obliga a tomar decisiones. Aquí te matabas a trabajar todos los días y no sacabas nada. Con 19 años me convertí en emigrante y salí a la aventura: mi primer puesto de trabajo fue en una fábrica de estufas y cocinas en Orduña (Alava). Luego tuve que regresar para hacer la mili primero en Ferral de Bernesga en León y en Segovia. Culminado el servicio militar pasé unos días en La Torre con la familia y de nuevo me convertí en un alistano errante camino del País Vasco. Entré a trabajar en 1977 en una empresa del sector del automóvil en Amurrio (Alava) y allí estuve hasta prejubilarme con 61 años allá por el año 2015.

–Los alistanos somos así, nos vamos, pero siempre lo hacemos con la promesa de volver.

–Así es. Aliste es una tierra humilde, de acogedores pueblos y de muy buenas gentes. Pues irte muy lejos, estar muchos años fuera, pero nunca olvidas tus orígenes: tu tierra, tu familia y tus paisanos. En cuanto me prejubilado cogí el camino de vuelta a La Torre para vivir en la tierra que me vio nacer y disfrutar con mis paisanos.

Aliste es una tierra humilde, de acogedores pueblos y de muy buenas gentes

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–¿Cómo surge su entrada en la vida pública municipal?

–Aunque residí muchos años fuera siempre mantuve el contacto con mi pueblo y mis vecinos, trabajando y ayudando en lo que podía cuando regresábamos en vacaciones de verano y también en Navidad y Semana Santa. En la primavera de 2015 Roberto Cisneros Sanabria me propuso acompañarle en su candidatura al Ayuntamiento de Mahíde y aquí estamos trabajando para mejorar la calidad de vida en los cinco pueblos del municipio. Somos humanos, unas veces acertaremos y otras no, pero siempre hacemos las cosas buscando el bien común. Si queremos que los pueblos progresen autoridades locales y vecinos debemos estar y trabajar unidos. En La Torre mantenemos los concejos de vecinos para realizar pequeñas tareas en favor del pueblo.

–Estamos viviendo unos tiempos complicados ¿Hay problemas con la fuerte sequía y la preocupante escasez de agua?

–Para La Torre el río Aliste forma parte de nuestra vida diaria y de nuestra historia. Con sus aguas se regaban la huertas con las que se abastecían nuestras familias. Sus verdes riberas invitan al paseo y la tranquilidad. Es un paraíso de flora y fauna. Por desgracia este año se ha secado completamente, no queda ya ni una gota de agua, puedes ir paseando por el cauce hasta Pobladura o Palazuelo sin mojarte los pies. Por suerte, para el abastecimiento domiciliario tenemos el acuífero de “Los Jarales” que da mucha y buen agua, sobra incluso para regar las huertas cercanas y hemos habilitado allí una fuente con varias mesas y bancos.

–Nuestros campos viven un infierno. Ustedes son unas de las mayores víctimas del incendio de la Sierra de la Culebra.

–Ha sido muy duro de ver y de llevar. El incendio forestal de la Sierra de la Culebra iniciado el día 15 de junio ha sido una de las mayores tragedias de nuestras vidas: nos ha calcinado parte del pueblo. Es muy triste ver sucumbir bajo las llamas unos paisajes y un ecosistema muy rico en flora y fauna que has visto formarse desde la más tierna infancia. Hemos visto convertir en cenizas un paraíso de pinos y encinas, un auténtico vergel para los níscalos y los boletus. No quedó nada, se nos calcinaron los montes de La Viña, La Mayadica, El Corte, La Majada y Colmenares. En el municipio tenemos 10.820 hectáreas y se nos quemaron 5.666, más de la mitad del término. En La Torre de 2.780 hectáreas se quemaron 1.338 y 1.407 se salvaron.

Es muy triste ver sucumbir bajo las llamas unos paisajes y un ecosistema muy rico en flora y fauna

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–Triste final para uno de los emblemas de la arquitectura tradicional de la serranía: la antigua estación del tren.

–Se trata de un edificio construido con piedra de la propia Sierra de la Culebra, una joya, pero tras dejar de prestar servicio cayó en el olvido hasta llegar a la ruina. Llevábamos varios años intentando buscar interesados en su cesión para restaurarla y reconvertirla en un centro de turismo rural. El problema está en que su restauración llevaría unos elevados costes económicos y ello ha frenado a algunos empresarios interesados de Madrid y del País Vasco. El incendio la ha sentenciado a muerto pero aun así no perdemos la esperanza. De momento hemos pedido a la Diputación de Zamora recuperar con una nueva capa de rodadura la carretera desde La Torre a la estación.

–La Torre fue antaño un pueblo grande e importante.

–Así es. En 1960 llegamos a vivir en el pueblo 454 habitantes. Luego llegaba la emigración y muchos tuvimos que irnos. Llegó a contar con hasta tres bares, los de Manuel Silva, Ilidio Peláez y Cipriano Peláez, este último con estanco. También teníamos la ferretería de Faustino Peláez y la tienda de ropa de Pedro de Casa.

–¿Cómo surgió la idea de poner en macha el centro social “Sierra de la Culebra” ?

–En nuestros pueblos, seamos muchos o pocos, nos gusta mucho relacionarnos, la convivencia y la hermandad las llevamos en la sangre, el problema está cuando llega el otoño y el invierno y es complicado juntarnos al aire libre. Por ello decidimos promover un centro social para los 365 días del año. Fue así como le adquirimos la “Casa del Cura” al Obispado de Zamora, el cura don Fernando Lorenzo Martín se portó muy bien, y en su solar, con la ayuda de la Diputación de Zamora y del Ayuntamiento de Mahíde, hemos habilitado un centro social de 130 metros cuadrados en un solar de 273. Para la próxima primavera llegará la fibra óptica a Aliste por la Sierra de la Culebra y y nuestro deseo es la instalación de internet de banda ancha en él para disfrute de los vecinos. Ya hemos puesto un televisor y en el futuro habilitaremos una cocina.

–¿Disponen del algún servicio más de uso comunitario?

–Hemos restaurado y recuperado la antigua “Casa Concejo” y hemos habilitado en ella una peluquería donde viene una vez a mes una peluquera para atender a los vecinos y vecinas que lo deseen.

–¿Qué proyectos son prioritarios para el municipio?

–La concentración parcelaria. Si queremos asentar población en el mundo rural es imprescindible acabar con los minifundios que dificultan e incluso muchas veces hacen inviable las explotaciones agrícolas y ganaderas. San Pedro de las Herrerías ya tiene la concentración y en Pobladura está ya muy avanzada. Nuestro objetivo es es apostar ahora en La Torre, Mahide y Boya, por la concentración parcelaria de iniciativa privada que permite sacarla adelante en uno plazos más cortos de unos siete años. Si queremos que la gente venga a los pueblos y que nos se vaya habrá que facilitarles las cosas y una de ellas pasa por reducir al mínimo los trámites burocráticos.

Si queremos asentar población en el mundo rural es imprescindible acabar con los minifundios

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–Antaño fue uno de los pueblos alistanos con más molinos harineros de agua?

– Efectivamente. En el río Aliste había cuatro, uno junto a Palazuelo de las Cuevas que lo utilizaban los vecinos de Villarino de Cebal, y además los de Las Zudas, La Requejada y El Baz. En el regato de “Las Gadañas” que baja de la Sierra de la Culebra había cinco. Ya hemos restaurado dos.

–¿Cuál es el principal problema del pueblo?

–La falta de cobertura de telefonía móvil es una auténtica verguenza. El servicio telefónico es vital y más aún en los pueblos con mucha población de la tercera edad por si se da o hay alguna emergencia. Tenemos en “El Rechano” de la Sierra de la Culebra un repetidor pero no recibimos señal pues el casco urbano en su mayoría se ubica en una ladera hacia el río Aliste. La única manera es salir a la zona alta del pueblo o subir a la torre de la iglesia. Intentamos por todos los medios que nos pongan un repetidor local pero no hay manera.

–La fiestas veraniegas de La Torre son el auténtico emblema del pueblo y de Aliste. ¿Cuando son y cómo se organizan?

–En nuestro caso la parroquia está dedicada a San Julián y Santa Basilisa cuya festividad se celebra el 9 de enero. Las fiestas patronales se celebran los días 4, 5 y 6 de agosto en honor a la Virgen de las Nieves. La organización corre a cargo de una comisión de fiestas cuyos integrantes son los encargados el último día de las fiestas de nombrar a las quince personas para el año siguiente. Colaboramos todos, vecinos y emigrantes. Se procura no nombrar a mayores de 65 años. La financiación sale de los dos bares que se montan, rifas y lotería. Aparte tenemos la asociación recreativo cultural Arecu. Tras dos años sin fiestas este año hemos preparado un amplio y variado programa que esperamos atraiga la participación de vecinos y foráneos. Invitamos a todos a venir a divertirse estos días en La Torre.

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