Las imágenes de un corzo deshidratado bebiendo agua están dando la vuelta al mundo. El animal, desorientado por el infernal incendio originado en Losacio, fue rescatado por los forestales de la cuadrilla Zulú 2 de Villardeciervos mientras continuaban con las labores de extinción.

En un primer momento, el corzo fue trasladado al CRAS (Centro de Recuperación de Animales Silvestres), pero la Junta ha informado este viernes que el ejemplar se encuentra en un cercado de aclimatación y recuperación de El Casal, en la Sierra de la Culebra, para que se rehidrate y se alimente de alfalfa antes de su liberación. 

VÍDEO | Los bomberos forestales salvan a un corzo deshidratado tras el incendio en Zamora

VÍDEO | Los bomberos forestales salvan a un corzo deshidratado tras el incendio en Zamora A. A.

El corzo envuelto en ropa húmeda por los forestales que lo rescataron.

En este sentido, cabe recordar que hace precisamente un mes, cuando se originó el incendio en Sierra de la Culebra, muchos vecinos protestaron indignados: “Han salvado El Casal y se ha quemado la Culebra”.

¿Qué es El Casal?

Un frondoso paraje de unas 1.200 hectáreas de los vecinos de Abejera de Aliste donde alimentaban a su ganado que la Junta les expropió en 1972. La Jefatura del Servicio Hidrológico Forestal de Zamora, del Ministerio de Agricultura, aplicó el día 4 de febrero de 1972 la Ley de Expropiación Forzosa del Monte del Casal para crear la Reserva de Caza “Sierra de la Culebra” a costa de las familias de Abejera de Tábara, que se quedaron sin su valor patrimonial agrario, ganadero y forestal más importante, y también algunos vecinos de Riofrío y Sesnández.

Desde un primer momento se les dejó claro que la repoblación era obligatoria, no había marcha atrás, y que podían optar por el “consorcio” o la “expropiación”. Aun así los vecinos de Abejera, todos agricultores y ganaderos, conscientes del golpe mortal que aquello suponía para el progreso, desarrollo y supervivencia del pueblo, presentaron alegaciones pero para su desgracia no fueron atendidas y se les expropió: “No lo aceptamos por las buenas y lo hicieron por la tremenda. La verdad es que nos dieron un dinero, pero el dinero viene y va, y al final gastamos el dinero y nos quedamos sin el Casal”, recuerda un anciano de la localidad de Abejera.

Abundancia de pastos

La producción de pastos del Casal era tan grande que Abejera era el único pueblo de la zona que en los meses de verano no practicaba la trashumancia a las sierras de Sanabria durante los 52 en que El Casal estuvo en poder de los vecinos.

La Mancomunidad “Vecinos de Abejera de Tábara” perdió un total de 1.077 hectáreas por las que se le abonaron 5.529.414 pesetas, a repartir entre 62 familias (partes) y aparte los vecinos de Abejera vieron expropiadas otras 49 hectáreas del Cuarto Quinón, tasado tasado en 296.330 pesetas que se habrían de distribuir en otras 39 “partes”.

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También se vieron afectadas la Mancomunidad de Vecinos de Riofrío de Aliste con 121 hectáreas y la Mancomunidad de Senández con 101, así como los propietarios Marcelino Gago Prieto (47 hectáreas), Jesús Fernández Vara (41), Juan Blanco Calvo (43) y Jacinto Sánchez Sánchez (55).