El regreso de la imagen de la Virgen de El Carmen de Asturianos, a su ermita, ha sido recibido con un aplauso de los feligreses que esperaban, después de dos años, este momento que marca el final de las fiestas patronales.
El traslado la noche del sábado de la imagen, en vigilia, hasta el templo mayor abría los actos religiosos centrales de la conmemoración de la Virgen del Monte Carmelo.
Los actos en la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción comenzaban a la una de la tarde con la presencia de numerosos vecinos de Asturianos y una representación importante de autoridades encabezadas por el alcalde, Ramiro Silva Monterrubio; la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco Llamas; y el vicepresidente Primero de la Diputación, José María Barrios Tejero.
Los sacerdotes Vicente Miguélez, Alfonso Prieto, José Antonio La Fuente y Fernando García concelebraron la misa ante un templo lleno de afecto hacia la patrona. El padre La Fuente llevó el peso de la homilía y subrayó el papel de la Virgen como “Madre” pese a llevar diferentes advocaciones y, como madre, “cuida de todos sus hijos”. Especial mención tanto a la Cofradía de la Virgen del Carmen de Asturianos como a la Virgen de Guadalupe.
La procesión para completar el viaje de ida y vuelta de la Virgen en su trono estuvo enriquecida por la marcha de la Banda de Gaitas de As Portelas que abrió un pasillo para tributar su homenaje a la patrona. En el interior de la ermita, un sentido “¡Viva la Virgen del Carmen!” ponía una nota alta a la emoción personal de los asistentes.
La fiesta en la calle concluyó con un baile, al son de gaita y timbales, a cargo del repertorio más bailable de la banda de Alta Sanabria.
