La Opinión de Zamora

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La sequía agrícola se intensificó en los últimos 30 años, según datos de la USAL

El Grupo de Investigación Hidrus advierte que este suceso “es cada vez más intenso y dura más” y afecta a la seguridad alimentaria local

Imagen de archivo del embalse de Ricobayo durante una sequía. | J. L. Fernández

Las sequías agrícolas han empeorado en los últimos 30 años, esta es la conclusión del estudio desarrollado por el Grupo de Investigación en Recursos Hídricos (Hidrus) de la Universidad de Salamanca, datos recientemente compartidos por la institución de enseñanza.

Un trabajo de investigación encabezado por el catedrático José Martínez Fernández que constata “el aumento de la frecuencia, intensidad y duración de los episodios de sequía agrícola” en Europa, situación que ya ha afectado al campo zamorano con una disminución de las cosechas que algunos agricultores sitúan hasta en un 50%.

Estos episodios de sequía cada vez más extremos tienen consecuencias directas como son la pérdida de agua en el suelo, y es que según concluye el estudio, el 80% de las variaciones hidrológicas sobre el territorio de los últimos treinta años han sido negativas, es decir, la tendencia es que cada vez haya menos agua disponible.

Como parte del impacto local que dan sentido a estos datos, ya son muchos los ayuntamientos de Zamora que han pedido a los vecinos la moderación en el uso del suministro durante este verano y eviten llenar piscinas o el riego de huertos.

Los resultados obtenidos también señalan un panorama de “gran incertidumbre” en relación con la variabilidad de las cosechas y las repercusiones socioeconómicas que esto conlleva.

Además, en la actualidad, todo ello cobra más significado “a la vista de la fragilidad que están demostrando los sistemas de producción agrícola y de abastecimiento, como consecuencia de la invasión de Ucrania, y observada desde Europa como un problema ajeno hasta hace poco”, concluye el investigador.

Eliminar el fraude de suministros y las pérdidas en las tuberías

“El agua es para el consumo humano, es un bien escaso”, son las palabras del diputado Javier Faúndez sobre la urgencia de conseguir un consumo responsable en la provincia de un bien que a causa de las sequías debe ser tratado con respeto.

Mejorar los abastecimientos de agua en la provincia de Zamora es una de las preocupaciones en las que la Diputación Provincial se ha zambullido estos últimos años, desde cuando se ha convertido en una prioridad mejorar tanto la calidad del agua en el territorio como concienciar a la población sobre su adecuado uso.

“El agua va a ser un recurso escaso debido al cambio climático, hay que cuidarlo y no se puede derrochar”, ha transmitido el responsable provincial sobre un uso que debe ser “suficiente”. Para evitar las pérdidas en la red de abastecimiento, la Diputación ya trabaja con tecnología especializada en la detección de fugas, por donde en el conjunto de toda la provincia se llegaban a perder millones de litros de agua, un ahorro de agua pero también en electricidad.

Esta es una tarea de concienciación y de infraestructuras ligadas a proteger este recurso que tiende a estar cada vez menos presente en los suelos de Zamora.

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