“Somos un pueblo peculiar que salimos en todos sitios, por ser mitad de España y mitad de Portugal, pero nos tienen sin teléfono, incomunicados”. Es la denuncia que efectúa una vecina de Rihonor de Castilla tras cuatro días, camino de cinco, sin cobertura de telefonía en el pueblo. De hecho para mantener la conversación telefónica se desplaza a Puebla de Sanabria, donde sí hay cobertura.

El Ayuntamiento de Pedralba se ha dirigido a todas las administraciones, desde la Diputación a la Subdelegación de Gobierno, para reponer en el pueblo fronterizo un servicio “básico” para la población. Hasta 20.000 usuarios quedan reflejados en los datos de las compañías de telefonía móvil que pasan por este punto de atracción turística. Las compañías “hacen caja pero no se preocupan de arreglar la avería”, denuncian desde Puebla, en nombre de los vecinos de Rihonor. Quien dice que falta el teléfono, añade que falta Internet y hasta las radios públicas. “Tengo un familiar ciego que ya lo único que pide es poder oír la radio”.

Aldea fronteriza

Unos vecinos en general de edad avanzada y con patologías diversas que en cualquier momento pueden precisar de atención o traslado médico, y no es la primera vez que no se puede llamar al 112 y entra el número de emergencias de Portugal, que no pueden intervenir. A falta de teléfono fijo, el teléfono móvil es el único medio de llamar. Hasta ahora los únicos usuarios que tienen cobertura son los que tienen cubierto el servicio sustitutivo con una de las operadoras portuguesas de la zona.

La afamada aldea europea por su doble nacionalidad y su carácter internacional carece de los servicios de cualquier ciudadano porque ni Gobiernos ni Unión Europea aúnan esfuerzos para convertirla en una aldea ejemplar intercomunicada “Smart city” y destino residencial y turístico inteligente. El penúltimo rihonorino que vuelve a pasar sus vacaciones al pueblo es nonagenario.