¿Qué fue del rancho biopasivo de Zamora? Hace casi dos años, una pareja madrileña era la protagonista del programa 'Volando voy' por su decisión de dejar la ciudad para arriesgarse a emprender su negocio en Formariz, en la comarca de Sayago.

“Lo mejor de empezar una nueva vida es la ilusión de estar rodeados de gente con tanta humanidad y tanta luz como la gente de Sayago”, contaba entonces la joven Alejandra Utrera, protagonista del programa 'Volando voy' junto a su pareja Omar.

El rancho biopasivo

Poco o nada se ha vuelto a saber sobre el negocio desde que se emitió el programa, hace ya casi dos años. La decisión de emprender en plena crisis sanitaria y económica derivada del coronavirus es algo arriesgado. ¿Cuál era la idea? El proyecto se asentaba sobre una base clara: el alojamiento rural. Si bien los propietarios señalaban que no querían "convertirlo" en un hotel, si no que querían darle "mucha actividad al rancho" a través de talleres, jornadas, retiros, cursos, actividades... "Queremos que sea un espacio donde poder compartir, aprender y crear juntos sobre arte, naturaleza, deporte, ecología medioambiente, cocina...", señalaban hace un año a través de las redes sociales del proyecto, que cobró el nombre de "El rancho de los Arribes".

Seis meses que se han convertido en casi dos años

En una entrevista a La Opinión-El Correo de Zamora, en octubre del año 2020, Alejandra señalaba que las obras para la puesta a punto del rancho podrían tardar "algo más de seis meses", las fechas que manejaban la pareja para su apertura era después de la Semana Santa de 2021 y antes del verano de ese mismo año. Pues bien, la burocracia y los contratiempos han hecho que esta inauguración sea más larga de lo establecido.

Seis meses que ya van para dos años y que para nada han sido fáciles. La larga lista de 'papeleo' y contratiempos suponían alargar los plazos del proyecto. Registrar propiedades, buscar constructores especializados, presupuestos, ayudas y subvenciones, contacto con la unidad veterinarias de la zona para conocer los trámites de cara a trabajar con futuros animales, y probablemente un millón de cosas más que nos dejamos en el tintero.

Atados de pies y manos

El último post de "El rancho de los Arribes" hace referencia a la ilusión que tiene la pareja por "dar a luz" a su proyecto, aunque afirmaban, siendo transparentes, que "todo avanza mucho más lento de lo que nos gustaría". Actualmente necesitan el presupuesto íntegro del proyecto ya que "sin él, no podemos avanzar. Estamos atados de pies y manos".

¿Por qué lleva tanto retraso?

El retraso en la apertura no es algo que se pueda negar. La pareja hace referencia a la crisis de materiales en china y también a que "algún constructor nos ha dejado tirados, porque es una obra grande que requiere medios, por muchas cosas y ninguna depende de nosotros...".

La ilusión como motor

Con la ilusión como motor para continuar, Alejandra y Omar esperan "arrancar con la obra lo antes posible. Seguimos igual de ilusionados que antes, o diría que incluso más, pero estos meses nos han desgastado mucho, una parte de nosotros necesita verlo materializarse para terminar de creer que es real".