La Junta de Castilla y León y la Diputación Provincial de Zamora colaboran en la realización de obras con carácter urgente para asegurar el abastecimiento de agua potable en los pueblos afectados por el incendio de la Sierra de la Culebra.

Las obras serán ejecutadas por la empresa pública Somacyl a través de un contrato de urgencia, pues el objetivo es terminar las actuaciones antes de que llegue el otoño y las lluvias torrenciales que podrían arrastrar ceniza que contamine ríos, arroyos, acuíferos y captaciones.

Los 17 pueblos en los que se actuará son:

  • Pumarejo de Tera
  • Ferreras de Arriba
  • Villanueva de Valrojo
  • Palazuelo de las Cuevas
  • Ferreras de Abajo
  • Mahíde
  • Boya
  • San Pedro de las Herrerías
  • La Torre de Aliste
  • Pobladura de Aliste
  • Otero de Bodas
  • Villardeciervos
  • Cional
  • Riofrío de Aliste
  • Sarracín de Aliste
  • Cabañas de Aliste
  • Olleros de Tera.

En total, se actuará en 17 pueblos, pertenecientes a 9 municipios diferentes, y se invertirá al menos 600.000 euros de la Junta de Castilla y León en las obras, aunque la partida se ampliará si hay necesidad de ello, según han informado esta mañana la delegada territorial del Gobierno autonómico en Zamora, Clara San Damián, y el vicepresidente de la Diputación de Zamora y diputado delegado del Área de Medio Ambiente y Obras Municipales, Javier Faúndez.

Una vez apagado el incendio, una de las prioridades para las Administraciones ha sido precisamente garantizar el abastecimiento de agua potable para toda la población de la Sierra de la Culebra, para lo cual se ha actuado en tres fases.

En primer lugar, a partir del lunes 18 de junio los técnicos de la Junta y de la Diputación han visitado las infraestructuras de abastecimiento de todos los pueblos afectados y se han puesto en contacto con los alcaldes. Además, la Diputación comenzó a repartir agua embotellada de manera preventiva, por si una tormenta provocaba esa contaminación del agua con ceniza antes de que se puedan llevar a cabo las obras.

En segundo lugar, los técnicos y los responsables de la Diputación, en colaboración con los ayuntamientos, han determinado las soluciones más adecuadas para cada localidad.

Hoy, San Damián, Faúndez y el director de obras de Somacyl, Javier Pablos, se han reunido en la Delegación Territorial de la Junta con los alcaldes de los nueve municipios afectados para explicar las obras contratadas, que comenzarán con la mayor celeridad.

Actuar más rápido es imposible, hemos trabajado en tiempo récord, desde la Diputación de Zamora y desde la Junta de Castilla y León, las ganas de ayudar y de responder son evidentes”, destacaba esta mañana Javier Faúndez.

El agua sigue siendo de calidad, por ahora, en todos los pueblos

Desde que se apagó el incendio, el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta de Castilla y León, que dirige Casto López Cañibano, ha realizado análisis periódicos del agua que se consume en todos los pueblos afectados por el incendio de la Sierra de la Culebra y del valle del Tera. Los análisis han demostrado que, hasta la fecha, el agua es potable y de la misma calidad que hace un mes, antes de que comenzara el fuego.

Aunque ha llovido desde que se apagó el incendio, las precipitaciones no han sido suficientemente fuertes como para arrastrar la ceniza hasta los acuíferos y los ríos. Para que eso suceda "se necesitan lluvias torrenciales".

Por delante quedan julio y agosto, los meses menos lluviosos en Zamora, por lo que Somacyl espera tener tiempo suficiente para culminar todas las obras que garantizarán el abastecimiento antes del otoño.

No obstante, siempre existe la posibilidad de que caiga una tormenta de verano torrencial, por eso las obras se ejecutarán con carácter de urgencia.

El incendio del pasado año en la sierra de Gredos, en la provincia de Ávila, ocurrió en la segunda mitad de agosto y no hubo tiempo suficiente para culminar todas las obras necesarias antes de la época de lluvias, según explicó el responsable de Somacyl, Javier Pablos.

También se ha analizado el agua del embalse de Valparaíso en la playa de Villardeciervos, que sigue siendo apta para el baño. El entorno alrededor de la playa no se vio afectado por el incendio.

Playa de Los Molinos en Villardeciervos el pasado martes, 28 de junio. Oficina de Turismo de Villardeciervos

Los 17 pueblos en los que se actuará son Pumarejo de Tera, Ferreras de Arriba, Villanueva de Valrojo, Palazuelo de las Cuevas, Ferreras de Abajo, Mahíde, Boya, San Pedro de las Herrerías, La Torre de Aliste, Pobladura de Aliste, Otero de Bodas, Villardeciervos, Cional, Riofrío de Aliste, Sarracín de Aliste, Cabañas de Aliste y Olleros de Tera.

Las obras serán diferentes en cada pueblo, en función de las necesidades, según ha explicado el responsable de Somacyl. En algunos aquellos lugares donde utilizan captaciones en superficie se harán obras para elevarlas y protegerlas de los arrastres. Otras actuaciones se centrarán en proteger los depósitos de abastecimiento de la entrada de agua turbia. También se llevarán cabo sondeos de emergencia adicionales en nueve pueblos para que se puedan abastecer de estos nuevos pozos en caso de que haya problema. En otros lugares se adaptarán los sondeos existentes.

Olleros de Tera, Pumarejo de Tera, Villardeciervos, Las Torres de Aliste, Boya, Riofrío, Cabañas, Otero de Bodas y Ferreras de Arriba son los nueve pueblos que contarán con nuevos sondeos. Según explicaba Javier Pablos, se han adquirido algunos filtros que se emplearán en los nuevos sondeos en caso de que haya problemas por los niveles de hierro o manganeso, minerales presentes a menudo de forma natural en las aguas subterráneas.

“No solo garantizaremos el suministro de agua, aprovecharemos para dejar las infraestructuras de abastecimiento mejor de lo que estaban”, ha apostillado el vicepresidente de la Diputación, Javier Faúndez.

De hecho, ya se han identificado algunas piezas en las captaciones y depósitos existentes que presentaban deficiencias y serán sustituidas. También se instalarán medidores de turbidez que avisarán a los ayuntamientos en caso de que no se pueda evitar la entrada de ceniza a los depósitos, y un sistema automático para que puedan cortar la entrada de agua turbia en ese caso.