Los pequeños propietarios de fincas repobladas de pino de la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Culebra, en el municipio de Villardeciervos, han comenzado la corta de los ejemplares calcinados, previa autorización de la Guardería Medioambiental.
La madera en estos momentos está en buen estado para la corta, pero “dentro de un mes esto comenzará a deteriorase y se devalúa rápidamente. Lo pagarán a lo que les dé la gana”.
Así explica un vecino del municipio cervato que cortaba los primeros ejemplares que plantó hace 37 años, en una finca al pie de la carretera. “¿Crees que nos pagarán algo?” pregunta el vecino en medio del panorama de zona catastrófica.
El corte del árbol muestra el corazón verde y el borde de las cáscara ennegrecido. Los compradores “esperarán a que se les llame”, aventura el vecino.
Además de trabajosas para los particulares, las labores de corta de los árboles se complican por el hollín, que se pega a todo.
En Villardeciervos los pinos marcados de rojo son de los primeros en ser abatidos.
Paralelamente han comenzado la saca de pinos en camiones que se compraron antes del incendio, algunos vendidos hace dos años y que todavía no se habían recogido.
