Empeora la situación en el incendio de la sierra de la Culebra, con nuevos focos que han extendido los daños a una amplia superficie que ya supera las 1.000 hectáreas.

Varios de los incendios que la tormenta provocó a partir del miércoles por la tarde entre Sarracín y Ferreras de Arriba se han acabado uniendo en un solo frente, pero hacia las cuatro de la tarde surgía un nuevo problema en Riofrío de Aliste.

Un "rayo latente" provocaba este nuevo incendio, que es el que más crece en esta tarde del jueves, en la que el viento racheado sigue dificultando las labores de extinción. Un rayo latente ocurre cuando la electricidad impacta en la parte interna de un árbol, o incluso en sus raíces, comenzando una combustión interna muy lenta por falta de oxígeno en estas zonas, hasta que horas o incluso días más tarde el fuego sale al exterior y libera calor, quemando la copa con gran virulencia.

A esta hora de la tarde el terreno quemado ocupa una amplia superficie que "toca" a varios términos municipales de la sierra de la Culebra, entre ellos los de Riofrío, Sarracín y Ferreras de Arriba, pero también Tábara, Litos y Cabañas de Aliste.

El fuego no cesa en la Sierra de la Culebra de Zamora

El fuego no cesa en la Sierra de la Culebra de Zamora Paloma Juan

Miedo en Ferreras de Arriba

La localidad que se lleva la peor parte es, en esta tarde del jueves, la de Ferreras de Arriba, donde se concentran en este momento todos los medios de extinción para salvaguardar la seguridad del pueblo.

Aunque el frente está a varios metros de distancia, el fuego es visible desde el casco urbano y todos los vecinos han salido a la calle.

La preocupación crecía esta tarde en la población mientras la gente veía arder los castaños que plantaron sus abuelos, y el humo comenzaba a llegar a las calles: "El ambiente es irrespirable", declaraba a LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA una vecina de Ferreras de Arriba.

El incendio, visto desde Ferreras de Arriba. Cedida

Al caer la noche, la Guardia Civil pidió a los vecinos que entraran en sus viviendas y no salieran hasta la mañana siguiente, entre otras cosas para evitar que respirasen el humo del incendio.

Mientras tanto, fuera seguían trabajando cientos de profesionales para salvaguardar la localidad.

Casi toda la zona quemada es de terrenos de alto valor ecológico que quedarán muy afectados por el fuego: pinares, robledales e incluso plantaciones de castaños centenarios.

También se pierde patrimonio etnográfico, como este corral de lobos que ha ardido en Ferreras de Arriba.

Corral de lobos ardiendo. Cedida

Más de 200 efectivos humanos de la Junta de Castilla y León, del Ministerio de Transición Ecológica y de la Unidad Militar de Emergencias siguen trabajando sobre el terreno 24 horas después de que los rayos comenzaran a provocar el caos.

Trabajan en el lugar todos los medios procedentes de Zamora, y muchos otros de Salamanca, Segovia, León, Palencia, Madrid y Galicia.

El fuego en Ferreras de Abajo.

Miércoles, la noche que empezó todo

Esta situación comenzó en la tarde del miércoles, el día más caluroso de la historia en Zamora, con viento cambiante que propagaba los focos. En esta tarde el viento sopla de sur a norte, con una velocidad de hasta 25 kilómetros por hora, uniendo varios focos en un frente más amplio.

Los rayos caídos de una fuerte tormenta eléctrica, unidos al viento que se desencadenó tras anochecer, en medio de la fuerte sequía tras un día de calor desmesurado pueden esconderse en esta ristra de incendios que afecta a zonas de gran valor medioambiental. Sobre las doce de la noche, el fuego parecía controlado en Villardeciervos e iba a menos en Ferreras de Abajo. El cambio en la dirección del viento afectó a otro frente contra el que los efectivos forestales actuaban en Ferreras de Arriba. Sarracín de Aliste es otro de los puntos donde se esforzaban los medios anoche para intentar controlar el siniestro.

VÍDEO | Efectivos en pleno incendio en Sarracín de Aliste

VÍDEO | Efectivos en pleno incendio en Sarracín de Aliste

El fuego comenzó en un paraje conocido en Ferreras como “La Pedrizona”, una zona boscosa en la que se han adentrado los efectivos de extinción de incendios. Dos helicópteros, dos carrocetas, una cuadrilla de tierra, un bulldozer y dos agentes medioambientales trabajaron en la zona. Ya de noche siguieron los trabajos mientras se extendía la preocupación entre los habitantes de la comarca por afectar a una zona de alto valor ambiental y de recursos para la comarca, al ser uno de los puntos más fecundos en la producción de setas silvestres.

Sandín, Maire de Castroponce, Vega del Castillo y ya en plena Raya portuguesa registraron otros conatos durante la tarde del miércoles, que fueron contralados a lo largo de la noche.

Las altas temperaturas, que han colocado a la provincia en alerta naranja, dan como resultado una situación de máximo peligro que se mantiene por la sequía.