La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Los graduados de Ribadelago

El aula de mayores del municipio se despide tras 20 años de formación a los más veteranos de Sanabria

Ceremonia de entrega de los diplomas a los alumnos del aula de Ribadelago. | | ARACELI SAAVEDRA

Con la entrega de diplomas, el pasado martes, el Centro de Adultos “licencia” a sus alumnos más veteranos Ribadelago.

Este aula de adultos que depende del CEPA de Puebla y del Servicio Territorial de Educación, se implantó en 2002. Tras dos décadas de formación este curso pone punto y final a una trayectoria de 20 años, por falta de relevo. La directora Concepción Requejo Osorio y la profesora Noemí Quintanilla Rodríguez reunieron a sus alumnos y entregaron el diploma y un regalo a cada uno de los alumnos, en un acto entrañable en la Plaza de España de Ribadelago.

De la necesidad de mejorar la escritura a manejarse en Internet y con los teléfonos móviles.

decoration

De la necesidad e inquietud de aprender y mejorar la escritura, la lectura y las matemáticas a manejarse en Internet y con los teléfonos móviles. Ese ha sido el currículum de los alumnos ribalagueses en esta etapa de superación personal.

Hortensia Otero y Norinda Parra han sido las dos alumnas más constantes que comenzaron el primer año que abrieron el aula y que no han faltado a estas dos décadas de su particular formación. Hortensia Otero destaca el aprendizaje “del móvil y de Internet”. Su ilusión cuando comenzó en Ribadelago “era sacarme el Graduado Escolar” y estaba dispuesta a ir al aula de San Martín de Castañeda.

Los graduados de Ribadelago

La ilusión de Norinda era aprender a leer y escribir porque cuando ella era niña solo los niños iban al colegio. El papel de la mujer estaba en la casa cuidando a los hijos y las labores del campo. A sus años reconoce que “entré con mucha ilusión y con mucho miedo porque tenía miedo si se reían de mí”. Quería firmar con su propio nombre. Sus compañeras de aula destacan que ahora escribe muy bien. Nadie se río de ella.

Los hombres no han abundado en el aula. Pero los ha habido que han ido a perfeccionar o aprende el inglés, dos de los alumnos se han graduado en esta asignatura, o a aprender a usar el ordenador para aficiones como buscar por “Google” como Pepe “me he dedicado más a los árboles, la plantación de los árboles”.

El aula se ha ido renovando con el paso del tiempo. Argelia Fernández Puente comenzó hace 8 años, cuando regreso de Durango a su pueblo natal. “Quería aprender de todo y recuperar de todo” y fundamentalmente “el ordenador, con eso de que ahora ya casi no se escribe a mano”. Más que un aula “somos como una gran familia”.

Y en esa familia no o podía faltar la alumna más joven, Isabel Fernández Puente, que ha aprendido bastante más que “a encender y apagar el ordenador”.

Compartir el artículo

stats